Independientemente de la jerarquía que tenga alguien, debe respetar el derecho de cualquier persona de su organización a actuar como denunciante. De lo contrario, las repercusiones pueden ser graves.

Tomemos el caso de Jes Staley, director general de Barclays Bank, que está siendo investigado por la FCA después de que intentara averiguar la identidad de un denunciante. Se dice que utilizó el equipo de seguridad interna del banco en dos ocasiones para intentar averiguar quién había enviado cartas anónimas al consejo de administración, en las que se hacían alegaciones sobre un asociado de larga duración que Staley había empleado en el banco.

Sin embargo, las acciones de Staley fueron censuradas y desde entonces ha recibido una reprimenda de la junta directiva, una reducción de su bonificación y la investigación reglamentaria continúa.

Normas de la FCA y la PRA

Sin los denunciantes, el trabajo de los reguladores sería mucho más difícil, ya que desempeñan un papel fundamental a la hora de sacar a la luz las irregularidades. Por ello, en 2016 entraron en vigor nuevas normas de la FCA y la PRA para garantizar que las empresas pudieran permitir a los empleados sentirse más seguros a la hora de plantear sus preocupaciones. Ambos reguladores tienen una función de denuncia de irregularidades y sus normas requieren que las empresas:

  • Nombrar a un alto directivo como defensor de los denunciantes
  • Disponer de asignaciones internas para gestionar todo tipo de divulgación
  • Explicar que los trabajadores tienen el derecho legal de denunciar.
  • Informar a los empleados establecidos en el Reino Unido sobre los servicios de denuncia de los reguladores
  • Presentar anualmente al consejo de administración un informe sobre la denuncia de irregularidades
  • Informar a la FCA si la empresa pierde un juicio laboral con un denunciante
  • Exigir a los representantes designados y a los agentes vinculados que informen a los empleados establecidos en el Reino Unido sobre el servicio de denuncia de la FCA

Mientras tanto, en mayo se anunció que las sucursales británicas de los bancos extranjeros también deben adherirse a las normas de denuncia de irregularidades, y permitir que sus empleados informen de sus preocupaciones a la FCA o a la PRA.

La denuncia de irregularidades: una señal de riesgo potencial

Sin embargo, los denunciantes no siempre son irreprochables. Pueden ser personas valientes que actúan en pro del bien público o, en ocasiones, buscar venganza de forma vejatoria.

En cualquier caso, la información resultante de los casos de denuncia puede ser extremadamente esclarecedora desde el punto de vista del riesgo, ya que muestra no sólo dónde puede haber una mala práctica, sino también las actitudes de la dirección.

Puede parecer que el enfoque en tener un entorno de trabajo adecuado y las nuevas normas ya están teniendo algún impacto, ya que las cifras más recientes de la FCA muestran que el número de casos de denuncia que recibió se redujo el año pasado a 900, lo que se compara con 1.014 en 2015/16 y 1.340 en 2014/15.

¿O es más probable que el descenso indique que no todos los denunciantes se presentan porque están demasiado preocupados? Es muy posible que algunos teman las represalias o la pérdida de su empleo, y que en lugar de recibir protección, sea el mensajero el que reciba el disparo.

Al otro lado del Atlántico

whistle_blowing-743583-edited.jpgEn 2011, en Estados Unidos, la Comisión del Mercado de Valores abrió su Oficina del Denunciante. Su objetivo es animar a las personas a denunciar y existe un claro incentivo financiero de hasta 30% de las sanciones impuestas a las empresas.

Se dice que este mecanismo está resultando eficaz, ya que se ha multiplicado por 10 el número de denuncias y se han pagado unos $154 millones en recompensas a 44 personas, con unos $1.000 millones en multas relacionadas.

Sin embargo, el Reino Unido ha optado por no adoptar este enfoque, aunque se dice que la FCA ha estudiado el modelo estadounidense. En 2014, la FCA afirmó que una estrategia similar aquí sería demasiado difícil y costosa de establecer, además de crear un "riesgo moral".

Puede que no haya ningún incentivo financiero en el Reino Unido, pero la presión reguladora está aumentando y con el creciente impulso para evitar nuevos escándalos financieros, este es un tema importante. Los gestores de riesgos deben ser conscientes de que si alguien quiere denunciar, tiene derecho a hacerlo y su empleador también debe cumplir con la normativa.