El mes pasado, la FCA presentó su plan de negocio para 2019-20, en el que se establecen las prioridades y actividades clave para el año que viene. Había muchas pepitas de oro para ayudar a las empresas a mejorar sus perfiles de riesgo, así como un montón de ideas sobre la estrategia reguladora. Los retos del Brexit ocuparon un lugar central, aunque se admitió que equilibrar las exigencias de este asunto con otros requisitos apremiantes no era nada fácil. El regulador ha publicado sus orientaciones finales para las empresas, aunque esto sólo puede llegar hasta cierto punto, dado que todavía no se ha acordado un plan de salida claro.
El director ejecutivo, Andrew Bailey, dijo en un podcast reciente que la FCA era consciente de la necesidad de «opcionalidad» en el plan, dada la actual incertidumbre, y afirmó que, aunque el plan de retirada aún no se había anunciado, la siguiente parte de las negociaciones generales será de gran importancia. Principalmente, éstas abarcarán la futura relación entre el Reino Unido y la Unión Europea, así como, para los servicios financieros en particular, la cuestión vital de la equivalencia y si la UE la ampliará o no al Reino Unido después del Brexit. La FCA procurará que la transición sea fluida y tendrá un papel crucial para garantizar que el Reino Unido mantenga su posición de gran centro financiero bien regulado Otros temas centrales son: Protección del consumidor
La FCA está «rematando» su trabajo para producir un mercado de créditos de alto coste mejor regulado, con nuevas normas relacionadas con los préstamos de día de pago y el sector del alquiler con opción a compra, y también continuará su trabajo sobre descubiertos más justos. Otra línea de trabajo es la forma en que las empresas de servicios financieros tratan a los clientes fieles -aquellos que no comparan precios- de productos como hipotecas, cuentas de ahorro y seguros del hogar y del automóvil.
La introducción de un deber legal formal de diligencia ha sido un tema candente durante meses, y un reciente documento de debate suscitó numerosas reacciones. Ahora es improbable que la FCA lo introduzca, pero seguirá trabajando para garantizar que el principio de trato justo a los clientes se integre en las prácticas de las empresas. Cultura empresarial
Bailey afirmó que se trata de un tema en evolución y que, aunque se han producido grandes cambios en cuanto a la actitud hacia el trato justo a los clientes, no ha sido coherente. Dijo:
«Una cultura fuerte requiere que las empresas se den cuenta de que les interesa hacer lo correcto y no sólo lo que dice la norma
»
Los directivos deben liderar desde el frente y asegurarse de que se atajan pronto los malos comportamientos, como la discriminación y el acoso
-no sólo son inaceptables en el lugar de trabajo, sino que pueden
repercutir también en los objetivos empresariales. Este mes de diciembre también se ampliará el Régimen de Altos Directivos y Certificación para aplicarlo a todas las empresas autorizadas por la FCA. Las prácticas de remuneración también están en el punto de mira y el regulador las revisará para asegurarse de que no perjudican a los clientes. Resistencia operativa
Esta será un área importante en la que se centrarán las empresas, y el regulador esperará ver los esfuerzos realizados para que los sistemas sean «a prueba de futuro», de modo que los datos de los clientes estén protegidos y hagan todo lo posible para protegerse de los ciberataques. Las empresas también tendrán que demostrar que realizan pruebas contra cualquier vulnerabilidad potencial de forma regular y, como dijo Bailey, «no se puede hacer nada de forma concluyente, ya que (el riesgo) evoluciona y muta continuamente». Delitos financieros y lucha contra el blanqueo de dinero (AML)
La FCA sigue prestando gran atención a este asunto, y el regulador ha demostrado que está dispuesto a imponer multas enormes en caso de infracción. Las empresas tienen que ser capaces de demostrar, con pruebas documentales, que disponen de medios eficaces para detectar delitos y que cuentan con controles. El regulador también quiere animar a las empresas a utilizar la tecnología en sus estrategias de lucha contra el blanqueo de capitales. Ha venido celebrando periódicamente eventos «TechSprint » centrados en cómo las nuevas tecnologías pueden ayudar a combatir la delincuencia financiera a escala mundial y a impulsar la colaboración.
Del 29 de julio al 2 de agosto se celebrará un acto de seguimiento. El plan de actividades completo contiene muchos más temas y merece la pena que las empresas dediquen tiempo a familiarizarse con él en
. Puede que el Brexit sea una distracción constante, pero la FCA está dejando claro que la supervisión diaria sigue siendo una prioridad.