Hoy en día, el éxito depende de tu capacidad para captar inmediatamente todos los riesgos actuales, anticiparte a lo que está a la vuelta de la esquina y comprender lo que significa para la organización. Y no hay lugar para el error. Un programa de Gestión del Riesgo Empresarial puede ayudarte a tomar decisiones inteligentes sobre el riesgo que te pongan en la senda del éxito. La ERM examina colectivamente todos los riesgos, cómo se relacionan entre sí y el impacto acumulativo en la organización.
Trata de aumentar el valor de una organización minimizando las pérdidas y maximizando las oportunidades de crecimiento.
Los avances tecnológicos están facilitando más que nunca la gestión de riesgos a nivel empresarial. Pero la tecnología por sí sola no es la respuesta. Para que la ERM tenga éxito, tienes que cultivar una cultura del riesgo. La gestión del riesgo debe formar parte de cada decisión crítica en toda la organización.
Las personas de todos los niveles y funciones no sólo deben comprender el enfoque de la organización sobre el riesgo, sino asumir la responsabilidad personal de gestionarlo en su trabajo diario.
Para que esto ocurra, hace falta la implicación de los altos cargos. Si la dirección incorpora el riesgo a sus decisiones, los demás le seguirán. Añade a esto una comunicación amplia, clara y continua sobre las expectativas. Asigna la responsabilidad de gestionar riesgos específicos, y haz que la gente rinda cuentas.
Con la ERM, la gestión del riesgo es responsabilidad de todos. He aquí seis pasos que te ayudarán a poner en marcha un programa de ERM y a empezar a inculcar una mentalidad de ERM en toda tu organización:
- Identifica tus riesgos y el impacto potencial en la organización. ¿Cuál es tu estrategia para responder al riesgo, y cómo ayudará la ERM a crear y proteger el valor?
- Aprovecha lo que tu organización ya está haciendo para gestionar el riesgo. Aplica las prácticas y estrategias actuales de gestión de riesgos bien conocidos -como las lesiones de los trabajadores- a otros riesgos.
- Construye apoyo. Consigue el apoyo de todas las partes interesadas: operaciones, ventas, contabilidad, jurídico, etc.
Y designa a un líder -preferiblemente de la C-suite- para que defienda la causa de la ERM. - Desglosa. La idea de gestionar todos los riesgos puede resultar abrumadora al principio, así que empieza por los riesgos que tengan mayor impacto en el éxito de la empresa y parte de ahí.
- Asigna responsabilidades. Asigna la responsabilidad de cada riesgo a quien esté más estrechamente relacionado con él.
- Informe sobre los progresos. ¿Cómo ha añadido valor la ERM a la organización?
Incluso con todos a bordo, la ERM no eliminará el riesgo, pero minimizará las sorpresas. Aunque al principio pueda resultar incómodo implicar a disciplinas ajenas al departamento de gestión de riesgos, la ERM merece la pena. Rompe los compartimentos estancos, se adapta a las condiciones cambiantes y ayuda a tomar mejores decisiones. Y si ocurre algo inesperado, tendrás los conocimientos, las herramientas y la cultura para convertir esos retos en oportunidades de éxito.
Para tener éxito, la ERM debe estar integrada en el tejido mismo de la organización.
¿Quieres saber más? Mira nuestro último seminario web, Cómo la tecnología puede impulsar un programa de gestión de riesgos empresariales, para ver cómo puedes aprovechar la tecnología para la ERM. The Wendy’s Company también comparte sus experiencias con ERM y cómo se ha beneficiado la organización.