La forma tradicional de entender y medir el valor para los directores de compras (CPO) y sus organizaciones ha sido comprar «más productos por menos dinero». Sin embargo, están cobrando protagonismo nuevas métricas y formas de crear y medir el valor de las organizaciones de aprovisionamiento. La Encuesta anual de Deloitte a los Directores de Aprovisionamiento está en su décimo año. Ya están aquí los resultados de la encuesta de 2021. Y muestran que están apareciendo nuevas prioridades para las organizaciones de aprovisionamiento y los directores de aprovisionamiento. Por primera vez, la principal prioridad en el informe de 2021 es impulsar la eficacia operativa. ¿Qué ha cambiado? Bueno, han cambiado muchas cosas en los últimos 18 meses. El entorno empresarial ha sido volátil. Las cadenas de suministro se han visto gravemente afectadas por la pandemia del Covid-19. Y, cuestiones como el cambio climático, la estabilidad geopolítica, la salud y la responsabilidad social corporativa se han convertido en asuntos importantes en la mente de los consumidores y las partes interesadas de las empresas. ¿Su impacto? El riesgo de la cadena de suministro ha aumentado y la eficacia operativa se ha convertido en una prioridad máxima para las organizaciones de aprovisionamiento. Por si fuera poco, otros retos como el riesgo de ciberseguridad, los derechos de propiedad intelectual y la creciente presión competitiva han impuesto a los CPO enormes exigencias para que desarrollen nuevas capacidades de gestión del riesgo y forjen alianzas con proveedores y socios comerciales estratégicos. La realidad es que los CPO son cada vez más importantes para cumplir la estrategia global de la empresa.
El creciente círculo de influencia del CPO
Las empresas están logrando una ventaja competitiva mediante la ejecución de redes de proveedores de alto rendimiento bien estudiadas y gestionadas activamente. Además, estas empresas están descubriendo nuevas fuentes de valor a través de entregas puntuales, precios preferentes y una mejor gestión de las perturbaciones de la oferta y la demanda. Estas realizaciones han ampliado el círculo de influencia de los CPO y han aumentado el número de áreas prioritarias para sus organizaciones, que ahora incluyen:
- Influir en la demanda
- Impulsar la innovación
- Colaboración con proveedores estratégicos
- Impulsar el cumplimiento comercial
- Acelerar la velocidad de comercialización
- Facilitar las integraciones de fusiones y adquisiciones (o desinversiones)
- Permitir la mejora continua de los procesos
Estas nuevas áreas de interés amplían los objetivos y métricas tradicionales de ahorro de costes. Deloitte señala que los CPO con mejores resultados tienden hacia un conjunto más amplio de métricas. Algunas de las nuevas métricas seguidas por las CPO de alto rendimiento son el impacto medioambiental, la responsabilidad social corporativa y la gobernanza. Una de las razones de la aparición de estas nuevas prioridades ESG es la constatación de que la mejora de la eficacia se deriva de la mejora de las relaciones con las partes interesadas y de permitir un compromiso más activo.
Una de las razones de la aparición de estas nuevas prioridades ESG es la constatación de que la mejora de la eficacia se deriva de la mejora de las relaciones con las partes interesadas y de permitir un compromiso más activo.
La visibilidad de la cadena de suministro es clave para gestionar el riesgo
Una métrica que ha permanecido constante en la lista de prioridades del CPO es la gestión del riesgo. Aunque muchas empresas afirman que la gestión del riesgo es importante, la encuesta de Deloitte destaca que la capacidad de detectar, evaluar y gestionar el riesgo sigue siendo un gran reto para los CPO. En 2020, el 56% de las empresas encuestadas informaron de que al menos un proveedor clave había quebrado. El 32% de las empresas declararon haber tenido menores ingresos como consecuencia de la escasez de suministros. Y el 11% de los encuestados informaron de daños a su imagen de marca por no poder cumplir los pedidos de sus clientes. Estos retos contribuyen al incumplimiento de los objetivos y a resultados negativos, como el aumento de los costes y la reducción de los márgenes, la disminución del capital circulante y la pérdida de ingresos por ventas. Mientras que el 70% de los encuestados declararon tener una buena visibilidad de sus proveedores directos, sólo el 26% de los CPO podían predecir con seguridad el riesgo de sus proveedores directos o de nivel 1. Y sólo el 15% de los CPO tenían visibilidad de los proveedores de nivel 2, lo que se traduce en una previsibilidad del riesgo aún menor. El estudio de Deloitte muestra que existe una clara necesidad de que los CPO tengan una mejor visibilidad y comprensión de sus redes de cadena de valor de extremo a extremo.
El estudio de Deloitte muestra que existe una clara necesidad de que los CPO tengan una mejor visibilidad y comprensión de sus redes de cadena de valor de extremo a extremo.
Aumentar la agilidad de los procesos de adquisición
La agilidad en la contratación permite crear y captar valor para la empresa. Ganar agilidad suele ser el resultado de mejoras que incluyen la simplificación y estandarización de los procesos, respuestas proactivas a los cambios del mercado y la capacidad de ajustar los procesos internos a los cambios en la oferta y la demanda. Otra forma importante de crear agilidad en las organizaciones de alto rendimiento es mediante una mayor aplicación de las tecnologías digitales para gestionar el crecimiento y la complejidad de los procesos de gestión de las adquisiciones y las relaciones de la cadena de suministro. Los principales directores de compras informan de que están recurriendo a tecnologías que facilitan la agilidad:
- Análisis avanzados para identificar y comprender oportunidades o problemas.
- Colaboración e intercambio de datos – Las tecnologías de plataforma de última generación conectan el ecosistema digital y permiten compartir información para una amplia gama de procesos empresariales.
- Automatización de procesos (a veces llamada automatización robótica de procesos (RPA)) que ayudan a automatizar tareas repetitivas y facilitan el trabajo entre grupos.
- Análisis predictivos que aprovechan las tecnologías de aprendizaje automático, visión artificial y procesamiento del lenguaje natural para poner de relieve oportunidades y problemas.
- Tecnologías Blockchain que proporcionan encriptación de datos, protección e inmutabilidad, y visibilidad compartida de datos públicos y transacciones.
Estos líderes informan de que los tres principales beneficios que obtienen de las tecnologías facilitadoras son el aumento de la eficacia de los procesos, con un 65%. El 50% informa de un aumento de la eficacia de los procesos. Y el 50% informa de una mayor agilidad. Este enfoque en la mejora de la eficiencia no es ninguna sorpresa, ya que fue la prioridad empresarial más citada para 2020. Las diferencias en la adopción de tecnología son evidentes entre los equipos de alto rendimiento y los de bajo rendimiento. La mayoría de las organizaciones de aprovisionamiento informan de que gastan entre el 12% y el 15% de su presupuesto anual en tecnología. Las organizaciones de alto rendimiento, sin embargo, informan de que gastan un porcentaje aún mayor de sus presupuestos en tecnología.
Dónde acudir
La influencia del CPO seguirá creciendo, ya que la incertidumbre en el entorno empresarial continuará en el futuro. Los CPO tendrán que centrarse en crear capacidades que contribuyan a las ventajas competitivas de sus empresas. Además, tendrán que permitir la agilidad en sus organizaciones mediante la contratación y el desarrollo de conjuntos de capacidades, centrándose en la adaptabilidad y en tecnologías que aporten conocimientos y hagan más eficientes los procesos empresariales. Deloitte llama la atención sobre la necesidad de que los directores de compras tengan una estrategia de transformación digital que conecte el creciente círculo de influencia de la organización de compras. Para más detalles, puedes descargar los resultados de la encuesta con este enlace.