Hace ya más de un mes que el Reino Unido entró en bloqueo y tanto las empresas como los empleados esperan con impaciencia noticias sobre un calendario para la relajación de las normas de distanciamiento social, que permita al sector de los servicios financieros abrir de nuevo sus puertas. Los planes de continuidad de la actividad se han llevado al límite y uno de los mayores retos para las empresas de servicios financieros ha sido la transición del trabajo de oficina al trabajo a domicilio. Normalmente, muchas empresas estaban preparadas para breves periodos de trabajo desde casa o para acomodar a un pequeño número de empleados fuera de la oficina, pero la magnitud del virus y el bloqueo en todo el Reino Unido han empujado a las organizaciones a un territorio totalmente nuevo y desconocido.
Para muchas empresas, ha sido un caso de aprendizaje a medida que se desarrollaba la situación, con planificación ad hoc ymedidas que se hanpuesto en marcha para ayudar a minimizar los daños y, en última instancia, permitir que las empresas sigan operando.
Aunque cada empresa de servicios financieros del Reino Unido afrontará la situación a su manera, están surgiendo claros puntos en común con respecto a los retos que plantea el hecho de que toda una plantilla trabaje desde casa:
Cuestiones de salud mental
Las preferencias y actitudes individuales hacia el trabajo a domicilio pueden variar significativamente. A algunos les resulta más eficaz trabajar fuera de la oficina, mientras que a otros les ocurre lo contrario. Una encuesta de la empresa de investigación Opinium ha revelado que más de un tercio de los empleados que actualmente trabajan desde casa consideran que esto tiene un impacto negativo en su salud mental. Una de sus investigadoras, Sophie Holland, afirma que los empresarios deben comprender la tensión a la que están sometidos algunos y el hecho de que las líneas entre el equilibrio entre la vida personal y laboral se están difuminando. Advierte de la necesidad de establecer límites claros, con horarios de trabajo equilibrados y un espacio de trabajo separado si es posible. »
También es importante intentar mantenerse en contacto: las llamadas virtuales con compañeros, amigos, mentores y jefes pueden ser una fuente vital de apoyo y asesoramiento durante este periodo
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No cabe duda de que el trabajo desde casa puede exacerbar la ansiedad y la depresión de las personas propensas a padecerlas, ya sea por el aislamiento o por la preocupación de caer enfermas o de conocer a alguien que lo esté. A muchos puede preocuparles también su situación económica y su seguridad laboral. Está claro que la salud y el bienestar del personal deben ser prioritarios para todas las empresas en estos momentos, teniendo en cuenta la naturaleza sin precedentes de las circunstancias. Es fundamental establecer una comunicación clara y periódica con los empleados y fomentar un debate abierto sobre la salud mental. Ofrecer apoyo adicional a quienes lo necesiten contribuirá en gran medida a evitar que surjan problemas a largo plazo, como la pérdida de personal clave.
Desafíos del equipamiento
Algunas empresas se han visto afectadas por costes financieros adicionales al tener que suministrar a todo el personal el equipo adecuado para trabajar desde casa. Se trata de un coste inevitable, pero no por ello menos inoportuno, que también ha provocado diversos grados de perturbación para llegar a un punto en el que todos los empleados estén instalados a distancia. Muchas empresas de servicios financieros utilizan tradicionalmente ordenadores de sobremesa con servidores ubicados in situ. En estos casos, la transición no ha sido sencilla, y el departamento de TI ha tenido que configurar el acceso remoto del personal a las unidades compartidas, lo que ha provocado periodos en los que los empleados no han podido trabajar. El trabajo a distancia no es nada nuevo para muchas empresas, la diferencia es que ahora lo practican muchas. Por eso es esencial que las empresas hagan todo lo posible por mantenerse al tanto de las cuestiones de seguridad informática. Esto incluye asegurarse de que, si un empleado utiliza su propio ordenador, éste sea seguro. Algunas empresas también tienen una política que establece que tienen derecho a recuperar o eliminar los documentos almacenados si un empleado deja la empresa. También debe advertirse a los empleados que no descarguen aplicaciones no verificadas y que utilicen VPN seguras cuando no estén conectados a la red de la empresa. Ni que decir tiene que, con los estafadores enganchados al COVID-19, todos debemos estar alerta ante las estafas. Trabajar desde casa puede parecer menos seguro, pero muchas empresas lo gestionan con éxito, y para las que no tienen políticas, ahora es el momento de formularlas.
Presiones de la dirección
El trabajo desde casa también puede plantear retos adicionales a los directivos responsables de comunicarse regularmente con sus equipos. Aunque las aplicaciones como Zoom se han convertido en un sustituto cada vez más popular de las reuniones cara a cara, no son universalmente populares entre todo el mundo y, en algunas circunstancias, pueden provocar la desconexión del personal. Pero no es el mejor momento para que los directivos se muestren demasiado conflictivos. En cambio, asegurarse de que se reconoce a los que lo están haciendo bien y compartir ejemplos de buenas prácticas ayudará a mantener alta la moral. Si hay algún problema, una llamada telefónica de un directivo mostrando empatía puede ser la mejor manera de avanzar. Una vez finalizado el bloqueo, es inevitable que se revisen las prácticas de trabajo y es muy posible que los empleados vean algunos cambios. Puede que algunas prácticas de trabajo establecidas durante el bloqueo se consideren más eficaces que la práctica anterior y, por tanto, se integren en la nueva actividad habitual. Para otras prácticas anteriores al bloqueo, especialmente las que dependen de la comunicación cara a cara, será un alivio que vuelvan a funcionar. Tras el cierre, todas las empresas se centrarán inicialmente en la recuperación y la evaluación. Las empresas que adopten un enfoque minucioso y metódico de la recuperación, por largo que sea, se beneficiarán de una mayor resistencia a largo plazo.