El 17 de mayo comienza una semana importante: es la Semana de Concienciación sobre la Continuidad de Negocio (BCAW), una semana dirigida por la BCI y patrocinada por Riskonnect (antes Castellan), en la que celebramos y fomentamos la difusión de la concienciación sobre la continuidad de negocio en las organizaciones de todo el mundo.

Como muchos hitos, esta semana es un momento maravilloso para hacer una pausa y echar la vista atrás a todo lo que hemos hecho bien, a lo que hemos aprendido de nuestros errores y a la cantidad de cambios -incluso sólo en el último año- que influyen en la continuidad empresarial tal como la conocemos.

Si estuviera escribiendo este blog hace unos años, probablemente sería muy distinto del que estoy escribiendo hoy. Por supuesto, la pandemia de coronavirus de 2020 ha cambiado mucho de lo que creíamos saber sobre la resiliencia operativa a todos los niveles de nuestras organizaciones, pero es más que eso.

La continuidad empresarial no consiste sólo en prepararse para una pandemia o sobrevivir a un brote. La verdadera resiliencia organizativa consiste en garantizar que tu organización esté siempre preparada para responder a cualquier tipo de interrupción -en cualquier momento- que pueda afectar a la entrega de tus productos y servicios clave, y a tus relaciones con tus clientes, empleados, partes interesadas clave y el público en general.

La Semana de Concienciación sobre la Continuidad de Negocio 2021 es un buen momento para aprovechar las lecciones que hemos aprendido de la respuesta a COVID-19 y hacer que la continuidad de negocio siga avanzando en tu organización.

Aquí tienes 7 formas de concienciar hoy mismo a tu organización sobre la continuidad empresarial, con efectos duraderos que beneficiarán a tu programa durante años:

  1. La continuidad empresarial no es un proyecto y no debe tratarse como tal. En lugar de eso, cultiva una cultura en la que la continuidad empresarial esté integrada en tu organización. Abórdala como lo harías con otras áreas, como la salud y la seguridad. Explica a los miembros de tu equipo por qué es importante, cuáles son sus funciones y cómo el trabajo conjunto garantiza el éxito de la organización. Recuerda que los proyectos son puntuales. Puedes establecerlos y olvidarte de ellos. La continuidad empresarial no entra en esta categoría.
  2. Asegúrate de que tu programa de continuidad empresarial cuenta con el apoyo de los ejecutivos. Puedes conseguir su aceptación comprometiéndote con tus altos ejecutivos y las principales partes interesadas, como los miembros del consejo de administración. Averigua qué les importa y pon en marcha planes para protegerlo. Habla en un lenguaje que entiendan y que aborde las metas y objetivos de tu organización. Busca la contribución de distintas personas de todos los niveles de dirección (sin olvidar la siempre importante influencia de los directivos intermedios), así tendrás más fuerza para crear una cultura que comprenda el verdadero valor de la continuidad de negocio y fomente la implicación de toda la organización.
  3. La verdadera resistencia operativa proviene de equipos que trabajan juntos. Aunque seas el propietario de tu programa de continuidad de negocio, no es un peso que debas llevar tú solo hasta la línea de meta. Trabaja con los directivos de toda tu organización para crear una cultura en la que confíen en la gestión de su documentación de continuidad de negocio (con revisiones, pruebas, ejercicios y actualizaciones frecuentes), así como en la respuesta ante incidentes. Recuerda que tu papel como gestor de la continuidad del negocio es educar a tus colaboradores para que sean capaces de hacerlo. Es como el viejo adagio: «Enseña a pescar a un [person] y alimentarás a [them] para toda la vida».
  4. Emplea un software de gestión de la continuidad del negocio que facilite la automatización del programa para aumentar la eficacia y reducir la posibilidad de descuidos o errores humanos. Deja que tu software se ocupe de las cosas cotidianas por ti (por ejemplo, enviar recordatorios de revisión del análisis del impacto en el negocio (BIA)), para que puedas centrarte en identificar áreas de mejora, lo que se traducirá en una mayor madurez del programa con el tiempo.
  5. Ofrece incentivos a los empleados siempre que sea posible. Reconoce y recompensa a los empleados que asuman responsabilidades de continuidad del negocio sin dejar de cumplir los requisitos de su trabajo habitual. Por ejemplo, si los miembros del equipo dedican el 10% de su tiempo a tareas de gestión de la continuidad empresarial, considera la posibilidad de vincular el 10% de sus primas a sus resultados clave en materia de continuidad. Si no puedes recompensar económicamente a tus jugadores clave, las pequeñas cosas también suman con el tiempo. Por ejemplo, puedes dar prioridad a que lleven muchas golosinas a los ejercicios u otras reuniones a las que asistan.
  6. Demuestra continuamente el valor de tu programa de continuidad empresarial. No hay muchos otros programas que analicen todas las partes de una organización como la continuidad del negocio. En este programa oirás y verás cosas que puedes cambiar o mejorar, no sólo en lo que se refiere a la continuidad empresarial, sino también a los procesos cotidianos de tu organización.
  7. Asegúrate de que todos los implicados en tu programa de continuidadde negocio -desdelos principales interesados y ejecutivos hasta los empleados- comprenden sus funciones y responsabilidades en materia de continuidad de negocio. Refresca con formación y recordatorios rutinarios. No esperes que sepan intuitivamente lo que necesitas de ellos, díselo y documenta tus expectativas.

Esperamos que pases una magnífica Semana de Concienciación sobre la Continuidad Empresarial y que estos consejos te ayuden a concienciarte más esta semana y en el futuro. Si necesitas más ayuda o tienes preguntas sobre cómo crear una cultura que apoye la resistencia operativa, ponte en contacto con un asesor de Riskonnect hoy mismo. Estaremos encantados de ayudarte.