La interrupción es una parte inevitable de hacer negocios, pero no tiene por qué significar el fin de tu empresa. ¿Qué es la continuidad empresarial y cómo puede proteger a tu organización? La continuidad empresarial es el proceso para minimizar el riesgo de interrupción. En concreto, la continuidad empresarial significa trabajar para disminuir la probabilidad de un incidente perturbador y preparar a tu organización para que siga ofreciendo sus productos y servicios más esenciales si se produjera una interrupción. La continuidad empresarial también se conoce a veces como planificación de la continuidad, resistencia organizativa o gestión de la continuidad empresarial. Una gestión eficaz de la continuidad empresarial ayuda a los dirigentes a sentirse más seguros de que la organización puede responder y recuperarse sin importar la escala o el momento de una interrupción.
¿Por qué necesitas continuidad empresarial?
A medida que el mundo se vuelve cada vez más impredecible y se llena de crisis en cascada, tu capacidad de resistencia protege a tu gente, a tus clientes, a las partes interesadas y a tu cuenta de resultados. Ya se trate de una parada tecnológica imprevista, una interrupción de la cadena de suministro, un ciberataque, una catástrofe natural o un suceso provocado por el hombre, las organizaciones de todos los tamaños necesitan estar preparadas para casi todo. Las organizaciones suelen crear un programa de continuidad empresarial porque:
- Los clientes lo exigen (más común en B2B).
- Los reguladores lo exigen (más común en los sectores bancario y energético).
- El Consejo o los altos ejecutivos lo exigen (reconociendo su responsabilidad fiduciaria).
Sin embargo, la continuidad empresarial no debería ser importante sólo porque otros la exijan. Garantizar la resistencia de tu organización demuestra a tus empleados y clientes que te comprometes a estar ahí pase lo que pase. Puede utilizarse como elemento diferenciador a la hora de vender tus productos. La resiliencia también disminuye el tiempo de inactividad, protege la reputación de tu marca y crea una cultura interna de flexibilidad. Antes de lanzarte a los planes y riesgos, debes determinar por qué la continuidad empresarial es importante para tu organización. Empezar por aquí dará propósito a tus actividades y establecerá una misión común tras la que situarte.
¿Cómo empezar con la continuidad empresarial?
Tras determinar por qué es importante la continuidad empresarial, tu siguiente paso es determinar quién debe participar y cuál debe ser el alcance de tu programa. Crea un comité directivo de continuidad empresarial compuesto por líderes de los departamentos que más contribuyen a producir y suministrar tus productos y servicios clave. Un patrocinador ejecutivo es un miembro importante de este comité y actuará como enlace entre el equipo y otros líderes o tu junta directiva. A continuación, define cuáles son tus productos y servicios clave e identifica los riesgos para su entrega. La mayoría de las veces se trata de personas, tecnología, instalaciones, equipos, terceros y otros recursos necesarios para la prestación. Una vez identificados los recursos, aplica estrategias que los protejan. ¿Cómo pasarías al trabajo a distancia, por ejemplo, cuando las instalaciones no estén disponibles? ¿Cómo cambiarías a procesos manuales durante los periodos de inactividad? ¿Tienes instalaciones o proveedores alternativos como reserva? A partir de ahí, puedes documentar planes de continuidad empresarial que describan cómo aplicar estrategias de recuperación para cada uno de ellos. Realizar un análisis del impacto empresarial (BIA) te ayudará a saber en qué procesos empresariales se basa cada producto y servicio. Utiliza esta información para elaborar tus planes y establecer los tiempos de recuperación.
¿Cómo saber si tus planes tienen éxito?
Realiza ejercicios regulares para confirmar que los planes y estrategias que tu equipo ha construido funcionan como se espera. Cuando realices ejercicios, mantente alerta para detectar lagunas o puntos únicos de fallo. Estas son las cosas que te harán tropezar en medio de la recuperación. Al crear tu programa, considera la posibilidad de alinearte con las normas del sector, como la ISO 22301, para asegurarte de que incluyes todos los elementos recomendados del programa. Ten en cuenta que todo este proceso no es una experiencia de una sola vez. Revisa estos pasos al menos una vez al año, y siempre después de que se haya producido un suceso importante y se haya completado la recuperación. Los aprendizajes de los momentos de la vida real son muy valiosos para comprender lo que funciona y lo que no funciona en tu programa.
¿Cómo puede ayudar el software de continuidad y resistencia empresarial?
Al crear por primera vez un programa de continuidad empresarial, muchas organizaciones recurren por defecto a las hojas de cálculo para hacer un seguimiento de sus planes y procedimientos. Sin embargo, a medida que tu empresa crece y las operaciones comerciales se hacen más complejas, las hojas de cálculo resultan cada vez menos eficaces por la cantidad de trabajo manual que requieren. El software puede automatizar y agilizar tus procesos de continuidad y resiliencia empresarial. El software también ofrece ventajas como análisis en profundidad y comunicación integrada. Puedes completar las tareas diarias de forma más eficaz, sin los procesos manuales que conlleva la gestión de un programa en hojas de cálculo o en papel. El tiempo ahorrado puedes dedicarlo a perfeccionar la estrategia. ¿Cómo se puede mejorar tu programa? ¿Qué nuevas técnicas puedes aplicar? ¿Cómo puedes crear una cultura de resiliencia en tu organización? El análisis de datos que obtienes con el software también te permite comunicar claramente la eficacia de tu programa a los ejecutivos y a las principales partes interesadas. Y el software facilita la colaboración con los colaboradores mediante la asignación de tareas, notificaciones, aplicaciones móviles y funciones de chat integradas. ¿Qué es la continuidad empresarial? Es proteger tu organización a largo plazo centrándose en la preparación y recuperación ante interrupciones tanto esperadas como inesperadas. Estar atento a la capacidad de recuperación de tu organización es la marca de un buen negocio.
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