En el actual torbellino de certidumbre política y económica, las buenas noticias pueden pasar desapercibidas. Pero, sin duda, es de agradecer que el Reino Unido haya sido reconocido por librar una lucha eficaz contra la delincuencia financiera. Un informe del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), publicado el mes pasado, afirma que el Reino Unido está a la cabeza del mundo en sus esfuerzos y recibe la máxima calificación posible.
Trabajar en colaboración
Aunque el GAFI dijo que se necesitaban más recursos -tanto humanos como informáticos-, también hubo elogios efusivos en relación con la forma en que el Reino Unido gestiona la delincuencia financiera, comentando que:
«El Reino Unido persigue enérgicamente las investigaciones y enjuiciamientos por blanqueo de capitales y financiación del terrorismo, logrando cada año 1.400 condenas por blanqueo de capitales.
Las autoridades británicas encargadas de hacer cumplir la ley disponen de potentes herramientas para obtener información sobre la titularidad real y de otro tipo, incluso mediante asociaciones público-privadas eficaces, y hacen un buen uso de esta información en sus investigaciones.
»
Entre los ejemplos de buenas prácticas se incluye el Grupo de Trabajo Conjunto de Inteligencia sobre Blanqueo de Capitales del Reino Unido, que fomenta el intercambio de información entre los sectores público y privado para combatir la delincuencia financiera. Además, se ha aprobado la Oficina de Aplicación de Sanciones Financieras, creada en 2016 para garantizar que las sanciones se comprenden, aplican y ejecutan correctamente.
Áreas de progreso
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- El Centro Nacional contra la Delincuencia Económica se ha inaugurado recientemente y forma parte de la Agencia Nacional contra la Delincuencia (NCA). Cuenta con un presupuesto de unos 6 millones de libras y ha contratado a 55 personas procedentes de diversos organismos, como la NCA, la Oficina de Fraudes Graves, la HMRC, la FCA y la Policía de la Ciudad de Londres. Dentro de esta nueva agencia, también hay margen para implicar a miembros del sector privado, como los de las empresas de contabilidad. La NCA podrá dar instrucciones a la Oficina de Fraudes Graves (SFO) para que lleve a cabo investigaciones, aunque la SFO se mantiene como una entidad independiente que responde ante la Fiscalía General del Estado.
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- En noviembre, el gobierno publicó la Estrategia contra la Delincuencia Grave y Organizada, que incluye una inversión de al menos 48 millones de libras en los próximos 18 meses, con un trabajo canalizado a través de una serie de departamentos gubernamentales y supervisado por el defensor de la lucha contra la corrupción, el parlamentario John Penrose.
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- Ya está en vigor la Ley de Finanzas Criminales de 2017, que otorga nuevos poderes a los organismos encargados de hacer cumplir la ley para recuperar fondos procedentes de actividades delictivas. También introduce órdenes sobre patrimonio inexplicado, que emiten los tribunales, y el primer sujeto identificado es Zamira Hajiyeva.
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- Una nueva unidad especializada en delitos financieros, creada el pasado octubre, se centrará en las cuentas bancarias asociadas a presos, con el fin de congelarlas e iniciar procedimientos penales contra los implicados. Se trata de una parte esencial de la lucha contra los denominados «capos» y las bandas que han amasado fortunas con el tráfico de drogas.
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- La unidad, anunciada por el Secretario de Justicia y Lord Canciller, David Gauke MP, tiene su sede en Peterborough y utilizará funcionarios de prisiones y policías especialmente formados que vigilarán las cuentas bancarias en busca de indicios de transacciones sospechosas.
El Sr. Gauke dijo: «Mi mensaje a los capos es el siguiente: ya estamos bloqueando vuestros teléfonos, poniéndoos en aislamiento y ahora nos aseguraremos de que no podáis acceder a vuestro dinero. Traficar con drogas en prisión ya no será rentable porque encontraremos tus activos y te los confiscaremos».
- La unidad, anunciada por el Secretario de Justicia y Lord Canciller, David Gauke MP, tiene su sede en Peterborough y utilizará funcionarios de prisiones y policías especialmente formados que vigilarán las cuentas bancarias en busca de indicios de transacciones sospechosas.
La guerra continúa
El planteamiento del Reino Unido puede estar logrando que se reconozcan sus progresos y, de hecho, que se conceda mayor prioridad a la delincuencia financiera. Sin embargo, a pesar de que el gobierno insiste en que está aumentando los recursos, no hay por qué dormirse en los laureles. Puede que la infraestructura general esté mejorando, pero el Reino Unido cuenta con un vasto sector de servicios financieros y no todos los niveles son elevados, ya que demasiados de ellos siguen dependiendo de sistemas anticuados y de una experiencia insuficiente para gestionar los riesgos. No cabe duda de que sigue circulando mucho dinero ilícito por el Reino Unido y, aunque el informe FAFT es una buena noticia, los gestores de riesgos siguen enfrentándose a retos considerables en este ámbito.