Los riesgos empresariales son cualquier tipo de amenaza potencial para los beneficios, los objetivos globales o la seguridad general de una organización. Hay que tener en cuenta tanto los riesgos internos como los externos, y LAS EMPRESAS HAN ESTADO GESTIONANDO LOS RIESGOS EMPRESARIALES DURANTE AÑOS. Algunos ejemplos de riesgos empresariales pueden ser los cambios económicos, los cambios de dinámica política y los riesgos cotidianos asociados a la empresa, como la salud y la seguridad de los empleados. El tipo de riesgos que tiene una organización puede fluctuar en función del tipo de empresa: no todas las organizaciones tienen los mismos riesgos empresariales. A medida que pasa el tiempo, se presentan nuevos riesgos, por lo que es importante anticiparse y prepararse tanto para los riesgos vistos como para los imprevistos.
Tipos básicos de riesgos
El primer paso para gestionar los riesgos empresariales es conocer los distintos RIESGOS Y PELIGROS PARA LA SEGURIDAD EN EL LUGAR DE TRABAJO. Hay varios tipos diferentes de riesgos a tener en cuenta y los riesgos pueden fluctuar de una empresa a otra, por lo que es importante ser consciente de todos los riesgos posibles.
Riesgos físicos
Los riesgos físicos son cualquier tipo de peligro potencial que pueda causar daños corporales. El ejemplo más común son los riesgos de infraestructura de los edificios. Estos riesgos pueden incluir peligros de incendio, como cableado defectuoso o regletas de enchufes sobrecargadas. Otro riesgo físico habitual es la exposición a materiales peligrosos (por ejemplo, gas, ácido, humos tóxicos, líquidos o residuos venenosos, etc.). Cuando tratas con materiales peligrosos, un pequeño derrame o accidente puede convertirse en una gran pérdida, tanto física como monetaria.
Localización Riesgos
Los riesgos de localización abarcan cualquier tipo de catástrofe natural que pueda sufrir una empresa, como incendios, inundaciones, huracanes, terremotos, tornados o tormentas invernales. Los riesgos de localización de una organización varían en función de dónde esté ubicada la empresa. Las distintas zonas geográficas son más o menos propensas a determinados tipos de catástrofes naturales. Por ejemplo, una empresa situada en una región costera cálida tendrá generalmente más riesgo de inundaciones o tsunamis que una empresa situada en una zona desértica. Si tu empresa no está equipada para afrontar catástrofes naturales, el resultado puede ser costoso.
Riesgos humanos
Los riesgos humanos son bastante sencillos e incluyen cualquier peligro potencial para el personal. Hay muchos riesgos humanos a tener en cuenta, entre ellos
- Enfermedad
- Lesiones
- Malversación
- Robo;
- Fraude
- Abuso de alcohol y drogas
Riesgos tecnológicos
Los riesgos tecnológicos tienen que ver con los distintos equipos que utiliza una organización. Cuando tu tecnología no funciona, esto puede impedir o eliminar drásticamente la capacidad de tu organización para realizar su trabajo. Algunos riesgos tecnológicos comunes son:
- Fallo tecnológico
- Apagones
- Subidas de tensión
- Apagón Wi-Fi
- Fallo de teléfono/comunicaciones
- Riesgos de ciberseguridad
Riesgos estratégicos
Los riesgos estratégicos tienen que ver con las distintas empresas que emprenden las organizaciones. Por ejemplo, los concesionarios de coches asumen un riesgo estratégico al comprar coches al por mayor, pero una vez que los revenden al por menor, su riesgo estratégico suele ser rentable. Todas las empresas asumen algún tipo de riesgo estratégico, pero es importante asegurarse de que obtienen beneficios de sus iniciativas empresariales.
Identificación de riesgos y realización de evaluaciones de riesgos
Una vez que conozcas los distintos riesgos empresariales que puedes tener que considerar, es importante EVALUAR TU EMPRESA EN RELACIÓN CON LOS RIESGOS. Hay varias formas de hacerlo.
Desglosa el panorama general
Al iniciar tu PROCESO DE GESTIÓN DE RIESGOS, puedes sentirte abrumado y no saber por dónde empezar. Empieza por dar un paso atrás y analizar toda tu organización. Hay numerosos riesgos que considerar, así que divide tu empresa en categorías (riesgos tecnológicos, riesgos de seguridad, riesgos humanos, riesgos financieros, etc.) y analiza cada categoría individualmente. Asegúrate de hacerte preguntas como: “¿Qué es lo que podría salir mal y crear un problema?” o “¿Qué tipo de formación tienen tus empleados para garantizar su seguridad individual y la del equipo que puedan utilizar?”. Este tipo de preguntas pueden ayudarte a determinar si dispones de procesos para gestionar el riesgo, o si necesitas elaborar un plan para reducirlo.
Software de evaluación de riesgos y asistencia de terceros
Gestionar todos los riesgos potenciales de una empresa puede ser complejo y llevar mucho tiempo. Muchas empresas optan por recurrir a PROVEEDORES DE EVALUACIÓN DE RIESGOS para que se encarguen de su análisis de riesgos. Utilizan programas informáticos de análisis de riesgos y sistemas de gestión de la información para determinar a qué riesgos son susceptibles sus empresas y la probabilidad de que se produzcan. Cuando aprovechas el apoyo de terceros, puedes centrar tus esfuerzos empresariales en otra cosa.
Realizar investigaciones internas y externas
Cuando examinas tus estados financieros, obtienes información sobre gastos, beneficios y pérdidas. Analizando información importante como adónde va tu dinero, qué te está haciendo ganar dinero y qué te está costando dinero, puedes determinar mejor los riesgos que desconocías. A menos que tu empresa sea única, por lo general puedes aprender bastante mediante la investigación externa. La investigación del sector puede ayudarte a identificar y evitar los riesgos a los que se enfrentan otros en tu espacio.
Busca la opinión de empleados y clientes
Puede que tengas una buena visión de las cosas a nivel directivo o de C-suite, pero es importante tener en cuenta también otros puntos de vista. Diferentes empleados tienen diferentes responsabilidades laborales y se enfrentan a diferentes riesgos. Busca las opiniones de los empleados para que te ayuden a determinar los riesgos que experimentan y de los que tú podrías no ser consciente. Otro gran recurso que puedes utilizar son tus clientes. Cuando los clientes escriban reseñas y quejas, debes tomar nota de ellas. Si varios clientes han tenido una queja similar, es probable que tengas un riesgo que deba mitigarse.
Gestionar los riesgos empresariales
No existe un enfoque único para gestionar los riesgos de tu empresa. Mitigar los distintos riesgos de tu empresa debe ser un proceso intencionado y continuo que requiere mucha vigilancia. Además, la forma de gestionar el riesgo depende totalmente del tipo de riesgo al que te enfrentes. Hay dos métodos principales para gestionar los riesgos empresariales.
Prevenir el riesgo
Anticiparse y poner en marcha medidas para proteger tu empresa y a tus empleados de los riesgos es la mejor forma de prevenirlos. Prevenir el riesgo depende del tipo de riesgos a los que sea susceptible tu empresa, pero algunos métodos de prevención incluyen:
- Evita los riesgos físicos haciendo inspecciones periódicas, comprobando y sustituyendo los detectores de incendios y CO2, y utilizando señalización para identificar los materiales peligrosos.
- Evita los riesgos de ubicación evaluando a qué catástrofes naturales o tormentas eres propenso en la ubicación geográfica de tu empresa y mitiga el riesgo en consecuencia. Por ejemplo, si tu zona es conocida por los tornados, deberías considerar la posibilidad de tener un sótano para tormentas y ventanas/puertas para tormentas.
- Evita los riesgos humanos investigando a los candidatos en el proceso de contratación. Pide referencias, analiza el historial laboral, comunícate con anteriores empleadores y considera la posibilidad de solicitar una comprobación de antecedentes.
- Evita los riesgos tecnológicos formando a tus empleados sobre el uso adecuado, manteniendo tu tecnología al día (tanto sustituyendo, como actualizando el software), haciendo copias de seguridad de tus datos offline, y protegiendo adecuadamente tus datos/información empresarial.
- Evita los riesgos estratégicos planificando cuidadosamente las iniciativas empresariales con múltiples perspectivas/empleados implicados, y asegúrate de analizar continuamente el retorno de la inversión (ROI).
Asegurar el riesgo
Algunos riesgos son inevitables, pero muchos son asegurables. Es mejor pecar de precavido y asegurar de más que de menos. Reúne datos exhaustivos sobre todos tus riesgos para determinar el mejor plan de seguros para tu empresa. Revisa detenidamente el contrato de seguro propuesto para verificar que todos los riesgos empresariales potenciales están asegurados. Si tu empresa maneja una gran cantidad de datos, asegúrate de que tienes un seguro contra la pérdida de datos. Si vives en una zona propensa a las inundaciones, asegúrate de contratar un seguro contra inundaciones. No des por sentado que tu seguro general de responsabilidad civil empresarial tiene protegida toda tu empresa.
Próximos pasos
Para más información sobre este tema, ponte en contacto con DAVID THOMAS, Vicepresidente de Ventas Internacionales.