La decisión de autogestionar los siniestros no debe tomarse a la ligera ni rápidamente por ninguna organización. La autoadministración de siniestros exige asumir el pleno control de la función de gestión de siniestros internamente, frente a aprovechar la estabilidad y experiencia de un tercero para gestionar tus siniestros. A menudo, la decisión de autoadministrarse surge de la frustración con el mercado de seguros y la administración de siniestros por parte de una compañía de seguros o un tercero. No es infrecuente oír a las empresas decir «podría haber obtenido un mejor resultado en el siniestro» o «el coste de asumir el riesgo es menor que contratar un seguro» o «si hubiera elegido a mi propio asesor jurídico, mis intereses habrían estado protegidos». Puede que estas afirmaciones sean ciertas o puede que a las organizaciones simplemente les impulse la posibilidad de reducir significativamente su coste total de riesgo autogestionando sus siniestros. Aunque la transición a la autoadministración tiene muchas complejidades, como los gastos generales, la contratación del personal adecuado y las distintas leyes jurisdiccionales, también puede tener muchas ventajas. Estas ventajas incluyen 1. Reducir el coste total del riesgo – La autoadministración de siniestros ofrece a tu organización varias oportunidades de reducir el coste total del riesgo. Las reclamaciones pueden ejecutarse de una manera definida, con tu supervisión directa, y no se te deja confiar en que un tercero las gestionará según tus directrices. Los siniestros pueden reservarse con precisión y en consonancia con la filosofía de reservas de tu organización. Mucha gente cree que, como los peritos forman parte de tu organización, tienen más interés en el resultado del siniestro. Se pueden conseguir otras áreas de ahorro mediante la reducción del personal duplicado de siniestros, el ahorro en costes contractuales de TPA o aseguradoras, los costes de las primas de seguros y diversas ventajas fiscales. 2. Mejorar la supervisión financiera – Cuando administras tus propios siniestros transfieres el poder de nuevo a tus manos y asumes el control total de tus gastos en siniestros. Establecer tus prácticas de gestión de siniestros y tu filosofía de reservas te permite hacer que tus peritos de siniestros rindan cuentas directamente a esas normas y a la dirección. Administrar tus siniestros internamente también significa que puedes elegir tu propio asesor jurídico en lugar del que prefiera el TPA o la aseguradora, lo que te ayuda a controlar los costes y a obtener mejores resultados en tus siniestros. 3. Con la autogestión de los siniestros, tanto tus empleados como la organización pueden implicarse en el proceso de reclamación. Normalmente, los liquidadores de siniestros internos comprenderían mejor la organización y sus operaciones, lo que les permitiría comunicarse internamente entre las distintas funciones, lo que agilizaría la resolución de los siniestros. La organización en su conjunto puede centrarse más en el riesgo. Las ventajas pueden parecer atractivas, pero pasar a la autogestión de siniestros no es una decisión fácil para las organizaciones. De hecho, hay muchos inconvenientes y factores que deben tenerse en cuenta para determinar la conveniencia de asumir la responsabilidad. He aquí algunas preguntas que deberías hacerte como punto de partida para comprender si el impacto para tu organización podría ser significativo.

  • ¿Cuánto riesgo estoy dispuesto a asumir autogestionando mis siniestros?
  • ¿Quiero autoadministrar todas mis líneas de cobertura de seguro o sólo determinadas líneas de cobertura?
  • ¿Qué implicaciones fiscales tiene autogestionar mis solicitudes?
  • ¿Cuáles son los requisitos reglamentarios para autoadministrar mis solicitudes?
  • ¿Tiene mi organización la estabilidad financiera para asumir el riesgo de la autoadministración?
  • ¿Cuáles son mis necesidades de personal y mis gastos para poner en marcha una organización de reclamaciones?
  • ¿Qué tipo de tecnología necesito para autoadministrar las solicitudes?
  • ¿Qué procesos empresariales tengo que establecer?
  • ¿Quién va a ser mi tutor o mentor durante la puesta en marcha y la gestión continua de la autogestión de mis solicitudes?
  • ¿Qué hago con mis siniestros abiertos que están cubiertos por el seguro?
  • ¿Qué otros departamentos de mi organización deben participar en esta decisión y cómo se verán afectados?

Hay muchas ventajas e inconvenientes que deben evaluarse antes de elegir autogestionar tus siniestros. Como en cualquier decisión empresarial, los beneficios tienen que superar a los costes y ofrecer a tu organización la oportunidad de mejorar su gestión de siniestros.