El miedo y la incertidumbre han llegado al Reino Unido, con el diagnóstico de los primeros casos de coronavirus (Covid-19) y el anuncio del gobierno de que la enfermedad es «una amenaza grave e inminente para la salud pública». Hasta la fecha, hay ocho casos en el país, lo que ha llevado a conceder al gobierno poderes adicionales para establecer controles en los aeropuertos y abrir hospitales de cuarentena.
La situación en China sigue siendo extremadamente preocupante, con más de 2500 muertos y más de 75.000 infectados. Con un periodo de incubación de 14 días, se espera que las cifras sigan aumentando. El coronavirus comenzó en la ciudad de Wuhan, que ha sido objeto de un bloqueo gubernamental: unos 11 millones de personas han visto restringidos sus movimientos. Las pandemias tienen su lugar en el radar de riesgos, y los gestores de riesgos pueden sacar experiencia de sucesos como el brote del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS), que se produjo en 2002-3 y mató a 774 personas conocidas, e infectó a 8.098. Sin embargo, se espera que el impacto del coronavirus en la economía mundial sea mucho mayor, según un análisis de datos de, Bloomberg. Aunque es demasiado pronto para dar cifras, merece la pena tener en cuenta el coste del SRAS, que se estimó que había hecho desaparecer 40.000 millones de dólares de la economía mundial en aquel momento. Dado que China es la mayor economía manufacturera y exportadora de bienes, las ramificaciones de este virus podrían ser enormes. Ahora es el momento de que los gestores de riesgos se aseguren de que están lo más informados posible y de que desempeñan un papel clave de asesoramiento dentro de sus organizaciones. El coronavirus no sólo es una enfermedad alarmante, sino que podría poner de rodillas a una empresa y, como tal, debe ocupar un lugar destacado en la agenda del consejo de administración. El Instituto de Gestión de Riesgos (IRM) ha publicado consejos sobre la gestión de los riesgos del coronavirus, elaborados por uno de sus miembros más veteranos, que trabaja para una fundación sanitaria benéfica. La orientación podría ayudar a quienes se inician en su trabajo en este ámbito y proporciona algunas de las consideraciones clave:

  • Ten en cuenta los viajes al extranjero, a China y a otros países de Extremo Oriente de alto riesgo: ¿deberían posponerse?
  • El personal que ya está en el extranjero puede enfrentarse a restricciones de viaje y cuarentena: ¿cómo gestionar estas interrupciones?
  • ¿La empresa espera visitantes del extranjero y esto incluye a China? ¿Qué medidas hay que tomar?
  • ¿Se mantiene informado al personal sobre los riesgos de coronavirus y se hace de forma detallada pero no alarmista?
  • ¿Se fomenta una buena higiene?
  • ¿Debería trabajar más personal desde casa y está el departamento informático preparado para ayudar en caso necesario?
  • ¿Cuál es el impacto en la cadena de suministro de la empresa y es adecuada la planificación de la continuidad de la actividad?

También se recomienda que las empresas más grandes creen un equipo de seguimiento de incidentes y que se elaboren planes locales cuando sea necesario, en función de las necesidades de cada departamento. RRHH también debe vigilar los niveles de enfermedad y trabajar con los directivos para ver cómo podría hacer frente la empresa a una reducción de plantilla en caso necesario. Aunque un empleado se encuentre bien, también existe el riesgo de que sus horas de trabajo se vean afectadas si, por ejemplo, cierran los colegios o un familiar se pone enfermo. Los gestores de riesgos deben ser conscientes tanto de la necesidad de «hacer lo correcto» para garantizar el bienestar de los empleados, como de las implicaciones económicas. Aunque el envío de empleados al extranjero pueda considerarse importante, puede ser mucho mejor posponer los viajes de negocios, tanto para proteger a ese miembro del personal, como para evitar cualquier problema potencial que pudiera surgir si hubiera dificultades para repatriarlo o cualquier acusación de negligencia. También es el momento de asegurarse de que el seguro de viaje de negocios es adecuado. Se ha informado de que algunas pólizas excluyen los riesgos de pandemia, mientras que otras ofrecen cobertura, aunque las aseguradoras digan que las compañías aéreas deben correr con los gastos de los vuelos cancelados. En cuanto a las implicaciones más amplias para los seguros, las agencias de calificación no están dando la alarma, aunque han dicho que esperan que haya un impacto limitado en las aseguradoras, sobre todo en las de vida y salud. En las próximas semanas se verá si las medidas de contención aplicadas en el Reino Unido son eficaces, así como si el número de víctimas, sobre todo en China, empieza a disminuir. Ciertamente, mucha gente aquí seguirá considerando que el impacto es bajo, y es probable que los gestores de riesgos no busquen elevar los niveles de ansiedad de las empresas. Pero una emergencia pandémica sigue siendo una posibilidad, aunque remota, por lo que un enfoque proactivo es sin duda el mejor camino a seguir.