Cómo pueden asegurarse las empresas compradoras de que sus proveedores cumplen las normas adecuadas en materia de condiciones laborales y derechos de los trabajadores.

El desarrollo de los mercados a escala mundial ha dado lugar a cadenas de suministro más largas y complejas. Las alianzas estratégicas entre las empresas y sus proveedores se han extendido durante años más allá de las limitaciones tradicionales de las fronteras geográficas y las diferencias horarias. La sofisticación y especialización de las cadenas de suministro ha llevado a las naciones a centrarse en áreas en las que tienen claras ventajas comparativas. Sin embargo, estos avances no vienen sin cierto nivel de riesgo. Las empresas que compran bienes y servicios y subcontratan la fabricación a fábricas han sido objeto de escrutinio en repetidas ocasiones. Los problemas suelen girar en torno a las malas condiciones laborales de los trabajadores, y en el peor de los casos, a la pérdida de libertad, en dichas fábricas. Algunas de las marcas más importantes del mundo, como Nike y Apple, han visto peligrar su reputación debido a estas acusaciones.

Cómo pueden responder las empresas

Las empresas no tienen jurisdicción normativa sobre las condiciones laborales de los proveedores de otras empresas y de otros países. Sin embargo, su músculo financiero y el negocio que dan a los proveedores significa que ejercen una gran influencia. La respuesta de estas empresas ha sido desarrollar y publicar un código de conducta que los proveedores deben comprometerse a cumplir. Este código de conducta incluye condiciones de trabajo aceptables, normas sociales y éticas, e incluso expectativas de operaciones sostenibles. La cuestión es si tales publicaciones y amenazas de incluir en listas negras a las fábricas que no cooperen funcionan. Las empresas necesitan socios fabricantes eficientes y rentables. ¿Existen otras métricas para calibrar a los proveedores en cuanto al trato a sus trabajadores y las normas éticas? La mala publicidad derivada de la denuncia de proveedores poco éticos supone una pérdida de ingresos significativa. Por ello, la relación no merece la pérdida potencial de cuota de mercado. Por tanto, las empresas necesitan formas de evaluar el potencial de un proveedor para cumplir las normas. Se ha descubierto que las siguientes métricas indican que un proveedor será más receptivo.

Evaluar el entorno de los medios de comunicación abiertos y las ONG

El grado de libertad de que gozan los medios de comunicación en cada región o país concreto es un buen indicador de si presionar a los proveedores que operan allí tendrá algún efecto sobre sus operaciones. Los medios de comunicación libres pueden poner de relieve los casos de trabajadores maltratados en las fábricas sin temor a las represalias de los gobiernos o de las empresas adineradas. El número y la fuerza de las organizaciones no gubernamentales (ONG) que se centran en los derechos laborales también pueden indicar la probabilidad de que las fábricas respondan a las denuncias. Presta atención a los países sobre los que se informa que tienen limitadas las libertades de los medios de comunicación y tienen una baja densidad de ONG, lo que puede indicar un entorno en el que es más probable que los trabajadores trabajen en condiciones injustas o duras.

Certificación por organismos de normalización

Las investigaciones sobre las auditorías realizadas a los proveedores revelaron que las empresas que se adhieren a normas de gestión como la ISO 9001 tienen más probabilidades de mejorar las condiciones laborales que las que no lo hacen. Por ello, es seguro considerar dichas certificaciones como un indicador de la capacidad de respuesta a las reclamaciones. Al solicitar certificaciones de organismos como la Organización Internacional de Normalización (ISO), las empresas crean sistemas de mejora continua de sus procesos. Al hacerlo, acaban creando cambios positivos en otras áreas, incluidas las condiciones de trabajo. Además, la cultura de mejora continua hace que sea menos difícil y más probable responder positivamente a las preocupaciones planteadas sobre las políticas laborales.

Adoptar la gestión ajustada

La gestión ajustada es una filosofía sobre cómo una empresa dirige sus operaciones. Su objetivo es minimizar los residuos, la mejora continua, la resolución de problemas y el control de calidad. Es probable que una empresa que adopte la gestión ajustada también cumpla las leyes establecidas sobre las condiciones laborales y salariales de sus trabajadores. Por ello, a la hora de seleccionar proveedores con los que trabajar, las empresas que han adoptado la gestión ajustada o cualquier otra filosofía orientada a la mejora continua y la minimización de residuos son buenas candidatas para un compromiso a largo plazo. Es más probable que comprendan la importancia de las condiciones laborales y estén dispuestas a invertir en el cambio.

Remuneración de los trabajadores

¿Cómo paga un proveedor a los trabajadores de una fábrica? La remuneración a destajo suele ser una señal de alarma. Si una empresa paga a los trabajadores en función de las unidades producidas, hay pocos incentivos para que los trabajadores descansen, lo que puede contribuir a unas condiciones de trabajo inseguras. También es probable que la empresa vea pocos incentivos para invertir en el bienestar a largo plazo de los trabajadores, al creer que pueden ser sustituidos fácilmente. Por ello, las empresas que contratan fábricas para producir en su nombre arriesgan su reputación al trabajar con tales proveedores. Busca y motiva a los proveedores para que adopten otros modelos de retribución, como la retribución por hora o la retribución semanal, para poner de relieve la colaboración y la creación de valor.

La actitud hacia los sindicatos de trabajadores

La investigación sobre los proveedores revela que aquellos cuyos trabajadores estaban sindicados tenían más probabilidades de mejorar las condiciones laborales. Esto se atribuyó al diálogo entre los sindicatos y las empresas empleadoras. Los sindicatos disponen de un mecanismo para recaudar fondos y canalizarlos hacia una determinada línea de actuación. Tienen más posibilidades de éxito, incluida la posibilidad de emprender acciones legales si es necesario. Los sindicatos también pueden influir en la legislación sobre las condiciones de salud y seguridad a nivel nacional.

¿Cambia el control de los proveedores las condiciones de trabajo?

Curiosamente, la investigación revela que los proveedores que trabajaban para compradores cuyas marcas se habían visto empañadas en el pasado son más sensibles a los problemas y muestran mayores niveles de mejora en las condiciones de trabajo. Esto se debe a que dichos compradores son diligentes y vigilan con quién trabajan para evitar que vuelvan a surgir acusaciones. Otro hallazgo es el impacto que tienen los auditores en la probabilidad de que las empresas mejoren sus condiciones de trabajo. Utilizar auditores cualificados y con experiencia aumenta las probabilidades de que las empresas auditadas mejoren sus condiciones de trabajo. Los buenos auditores no sólo detectarán los problemas, sino que también sugerirán soluciones. Las empresas también deben tener cuidado con la forma en que enfocan las auditorías a los proveedores. Realizar auditorías por sorpresa con la intención de pillar desprevenido al proveedor erosiona la confianza. Las investigaciones demuestran que las auditorías anunciadas de antemano fomentan el aprendizaje y la mejora de los procesos de los proveedores. De hecho, las auditorías deberían ir acompañadas de programas de mejora. Esto se considera una buena práctica, en la que el proveedor es consciente de lo que buscará la próxima auditoría.

Consejos para auditorías e inspectores de obras

Las auditorías de centros son habituales en muchas industrias. Las investigaciones demuestran que hay algunos consejos que pueden ayudar a mejorar las asociaciones estratégicas. En primer lugar, es mejor rotar las empresas auditoras. Tener ojos nuevos que evalúen a los proveedores de vez en cuando aumenta la posibilidad de que una empresa auditora detecte problemas que no haya detectado antes la otra empresa. Se recomienda incluir auditoras en el equipo como mejor práctica. Es más probable que los trabajadores amenazados o expuestos a un trato injusto confíen la información sensible a auditoras. Incluye también en ocasiones a un empleado del equipo de la empresa compradora, además de los auditores externos. Estos empleados inspectores proporcionan un contexto sobre la empresa y sus procesos que resulta útil para un proveedor interesado en mejorar. Aunque probablemente no haga falta decirlo, intenta evitar situaciones en las que los proveedores elijan y paguen a los auditores. Esta situación puede aumentar el riesgo de sesgo de interés propio por parte de los auditores.