Como pacientes, nos gusta pensar que los errores de diagnóstico son raros, pero la realidad es que son bastante frecuentes. Según una encuesta reciente de Medscape, uno de cada seis médicos afirma cometer errores de diagnóstico a diario. Aparte del riesgo permanente para la salud y la seguridad de los pacientes, los errores de diagnóstico suponen también una amenaza económica considerable: un estudio sugiere que cuestan a la economía estadounidense 750.000 millones de dólares al año. Con la calidad de la atención y la satisfacción del paciente como prioridad para los líderes sanitarios, muchas organizaciones sanitarias se están dando cuenta de que necesitan mejores procesos para abordar el riesgo de errores de diagnóstico, y la participación del paciente debe formar parte de la conversación. Según una investigación publicada en Health Affairs, hay cuatro áreas en las que una mala relación clínico-paciente contribuyó a los errores de diagnóstico:
- Se ignoró el conocimiento del paciente
- Falta de respeto a los pacientes
- Falta de comunicación
- Manipulación o engaño
La mayoría de los errores de diagnóstico son involuntarios, simplemente un subproducto de moverse demasiado deprisa entre las visitas de los pacientes, más que de una intención de engañar. La mejor forma de reducir la probabilidad de un diagnóstico erróneo es capacitar a los pacientes para que desempeñen un papel más importante en su propio cuidado y hacer que se sientan cómodos para hablar sobre los síntomas y los cambios de estado.
Seis consejos para mejorar el compromiso de los pacientes
Aunque la implicación del paciente debe ser un proceso continuo, hay varias medidas que las organizaciones sanitarias pueden tomar inmediatamente.
- Pon a los pacientes en primer lugar. Los profesionales sanitarios deben comprender cualquier problema subyacente que pueda conducir a una experiencia negativa o que impida a los pacientes plantear sus problemas de salud y sus síntomas. Esto significa también asegurarse de que la familia del paciente comprende el diagnóstico.
- Escucha con atención. Hoy en día, los médicos tienen agendas apretadas y a menudo deben ir y venir entre muchos pacientes. Dicho esto, es muy importante dedicar tiempo a escuchar los síntomas del paciente. Aunque los médicos, las enfermeras y los asistentes médicos lo hayan visto todo, es importante considerar a cada paciente como un individuo y no hacer suposiciones prematuras. La familia también puede ofrecer una valiosa aportación para hacer un diagnóstico preciso.
- Sé comprensivo y participativo. Los pacientes que se sienten respetados y escuchados en un entorno sanitario tienen más probabilidades de acudir a ese hospital o clínica al inicio de sus síntomas, lo que puede marcar la diferencia a la hora de detectar un problema de salud antes de que se convierta en algo más grave. Este apoyo también hace que los pacientes se sientan más capacitados y en control durante todo el proceso.
- Haz un seguimiento frecuente. Establece puntos de contacto en los que los profesionales sanitarios y los pacientes puedan comunicarse abiertamente sobre los resultados de las pruebas. Es importante que el médico se asegure de que el paciente entiende realmente el diagnóstico utilizando términos sencillos en lugar de jerga médica técnica.
- Colabora en equipo. Evitar los diagnósticos erróneos no es tarea de un solo médico. Contar con un equipo médico que trabaje conjuntamente para dar sentido a los síntomas, comprender los resultados de las pruebas y detectar cualquier error es crucial para hacer un diagnóstico correcto, a la primera.
- Aprovecha la tecnología. El mercado de la tecnología sanitaria está explotando. Aprovecha algunas de las nuevas herramientas disponibles. Los portales de participación del paciente, por ejemplo, que permiten a los pacientes leer las notas de su médico, ver los resultados de pruebas anteriores, consultar las próximas citas y mucho más, son una forma estupenda de capacitar a los pacientes para que se hagan cargo de su propia salud.
Las organizaciones sanitarias tienen un objetivo principal: prestar la mejor atención a sus pacientes. Esto incluye hacer todo lo posible para evitar los diagnósticos erróneos, que no sólo pueden poner en peligro la vida de los pacientes, sino que también pueden tener graves repercusiones legales y económicas para los proveedores y las organizaciones sanitarias. Para saber más sobre por qué el compromiso de los pacientes es una prioridad para el sector sanitario y cómo abordan los líderes estos problemas, consulta el informe Perspectivas Anuales del Sector de la Seguridad y Calidad del Paciente 2019, realizado por PSQH.