Distinguir la gestión de riesgos del cumplimiento puede no parecer un punto crítico en tu agenda empresarial, pero hacerlo puede marcar la diferencia entre limitarse a evitar riesgos y crear realmente un valor tangible.

Los equipos directivos y los gestores de riesgos que entienden en qué se diferencian el cumplimiento y la gestión de riesgos, y cómo unir ambos, pueden tener un impacto real en sus organizaciones.

Cómo se alinean y diferencian el cumplimiento y la gestión de riesgos

Sin duda, el cumplimiento y la gestión de riesgos están estrechamente relacionados: El cumplimiento de las normas y reglamentos establecidos ayuda a proteger a las organizaciones de una serie de riesgos únicos, mientras que la gestión de riesgos ayuda a proteger a las organizaciones de los riesgos que podrían conducir al incumplimiento, un riesgo en sí mismo.

En última instancia, tanto el cumplimiento como la gestión de riesgos ayudan a las organizaciones a mantener su estabilidad e integridad en diversos niveles. De hecho, una organización no puede tener realmente un programa sólido de gestión de riesgos sin cumplimiento y viceversa.

Sin embargo, merece la pena señalar sus diferencias, porque las actividades relacionadas con el cumplimiento y las relacionadas con la gestión de riesgos merecen enfoques y tácticas de ejecución únicos. He aquí cómo comparar el cumplimiento y la gestión de riesgos:

  • Táctico vs. Estratégico: Dado que el incumplimiento puede acarrear multas y sanciones costosas, así como daños a la reputación, no debe infravalorarse. Aun así, requiere más un enfoque de «marcar casillas» -o poner los puntos sobre las íes- para garantizar que tu organización obedece las normas y reglamentos prescritos. La gestión de riesgos, por otra parte, debería depender más del análisis para eludir riesgos o determinar los que merece la pena asumir.
  • Prescrito vs. Predictivo: La naturaleza prescriptiva del cumplimiento y predictiva de la gestión de riesgos explica, en parte, por qué el primero es más táctico y el segundo más estratégico. Con el cumplimiento, las organizaciones deben atenerse a normas y reglamentos ya establecidos. La gestión de riesgos, sin embargo, debe ser menos reactiva. Debe ser capaz de prever el impacto que tendrán los riesgos en tu organización-. estimular procesos nuevos e innovadores (en lugar de suscribir a las normas establecidas) que minimicen los riesgos o aprovechen sus ventajas.
  • Aversión al riesgo vs. Creación de valor: Por supuesto que el cumplimiento tiene ventajas. Sin embargo, el cumplimiento de las normas y reglamentos de gobierno rara vez se traduce en propuestas empresariales generadoras de valor sin el enfoque a largo plazo de la gestión de riesgos. El cumplimiento suele detenerse en la verificación de que se ha seguido una norma para evitar riesgos. La mejor gestión del riesgo, sin embargo, puede transformar los males necesarios asociados al cumplimiento en una propuesta de valor ganadora. Comprueba de primera mano cómo Stanley Steemer transformó un proceso basado en el cumplimiento en un vehículo de creación de valor.
  • Silo vs. Integrado: El cumplimiento suele estar dirigido por un departamento de cumplimiento aislado o por iniciativas aisladas en varios departamentos. Y aunque los procesos de cumplimiento se benefician ciertamente de una amplia transparencia, pueden sobrevivir sin ella. A la inversa, los programas de gestión de riesgos más impactantes no pueden funcionar en silos. Es necesario integrar departamentos, sistemas tecnológicos y procesos para determinar los riesgos generales de una organización y cómo deben gestionarse, ya sea para evitar sus implicaciones o para generar valor.

Aborda el cumplimiento y la gestión de riesgos con distintos enfoques utilizando la misma tecnología.

A pesar de las diferencias entre el cumplimiento y la gestión de riesgos, la tecnología de gestión de riesgos adecuada puede ocuparse de ambos.

En primer lugar, puede servir como sistema de gestión del cumplimiento, ayudando a los responsables del cumplimiento a centralizar toda su información y, a continuación, a automatizar la miríada de tareas administrativas necesarias para cumplir con todo, desde la FCPA, la ISO, los requisitos informáticos, el NIST, Sarbanes-Oxleyy mucho más. Más concretamente, la tecnología adecuada de gestión de riesgos puede:

  • Servir de repositorio de toda la gobernanza conocida (reglamentos, contratos, políticas internas) con seguimiento y supervisión de los cambios
  • Establecer una conexión entre la gobernanza y los procesos, lugares y personas potencialmente afectados
  • Facilita la declaración de conformidad utilizando PDF interactivos para minimizar el tiempo y el esfuerzo de la autoevaluación
  • Proporcionar una pista de auditoría completa, que incluya copias de los atestados de los participantes
  • Interfaz con otros sistemas internos o externos para las actualizaciones pertinentes de la normativa

Todo esto ayuda a abordar la naturaleza táctica y prescriptiva del cumplimiento, pero la tecnología puede hacer mucho más. Gracias a su capacidad para consolidar la información sobre riesgos y cumplimiento en un solo lugar, así como para producir los análisis más potentes, la tecnología de gestión de riesgos adecuada permite una gestión de riesgos estratégica, predictiva e integrada.

La tecnología puede hacer aflorar tu información de riesgo relevante -desde dondequiera que se oculte en tu organización-, analizarla, conectarla con otros datos internos y externos, y normalizarla de forma segura en la nube. A partir de ahí, puedes responder fácilmente a preguntas empresariales críticas, descubriendo tanto las amenazas como las oportunidades para tus organizaciones, y permitiéndote centrarte en las áreas donde tu atención es más necesaria.

En última instancia, la tecnología de gestión de riesgos adecuada puede servir para el doble propósito de los programas de cumplimiento y de gestión de riesgos debido a su propia doble finalidad: automatizar y agilizar las tareas administrativas, al tiempo que sirve como herramienta analítica crucial.

En conclusión

Por supuesto, el cumplimiento y la gestión de riesgos son diferentes. Y las organizaciones deben tener cuidado de no meterlas en el mismo saco como si fueran una sola iniciativa, con un solo enfoque. Sin embargo, comprender sus similitudes y cómo alinearlas es igualmente importante, lo que te permitirá cosechar los beneficios de que el cumplimiento y la gestión de riesgos estén sincronizados.