Desde los activos enfrentamientos bélicos hasta la subida del precio del gas y el aumento de las infracciones cibernéticas, 2022 ha tenido un comienzo aleccionador en términos de aumento de los riesgos operativos para organizaciones de todos los tamaños en todo el mundo.

El Informe sobre el Impacto de los Sucesos 2021 de BC Management puso de relieve varias de estas preocupaciones y el papel que desempeñan a la hora de afectar a la resiliencia operativa. Como en años anteriores, el informe indic aba que las catástrofes humanas y empresariales eran las áreas que más preocupaban en cuanto a interrupciones, así como las catástrofes técnicas, los fenómenos meteorológicos y los accidentes.

Las 10 principales perturbaciones potenciales que se compartían en ese informe incluían:

  1. Ciberataques
  2. Apagones
  3. Infracciones de datos
  4. Cortes de red/comunicación
  5. Pandemias/enfermedades
  6. Virus informáticos
  7. Daño a la marca/medios sociales
  8. Huracanes
  9. Incendios (no naturales)
  10. Terremotos

Otros informes destacan riesgos emergentes similares, y los riesgos climáticos y los fenómenos meteorológicos suelen ocupar los primeros puestos.

Por ejemplo, la 15ª Encuesta Anual sobre Riesgos Emergentes, patrocinada por la Sección Conjunta de Gestión de Riesgos (JRMS) del Instituto Canadiense de Actuarios (CIA), la Sociedad Actuarial de Accidentes (CAS) y la Sociedad de Actuarios (SOA), publicada a principios de este año, indicaba que el cambio climático era el riesgo emergente que más preocupaba a los encuestados.

El cambio climático ocupa el primer lugar para el 58% de los gestores de riesgos que respondieron, frente al 50% del año anterior y más del doble que hace sólo cinco años. Estos riesgos incluyen las tormentas tropicales y los incendios forestales, entre otros fenómenos meteorológicos.

Al igual que en el Informe sobre el Impacto de los Sucesos, otras áreas de preocupación emergente expresadas por los gestores de riesgos incluyen los riesgos cibernéticos, la volatilidad financiera, los cambios demográficos y las tecnologías disruptivas.

Y aunque comprender los posibles riesgos emergentes es esencial para una planificación eficaz y proactiva de la gestión de la resiliencia, la Encuesta sobre Riesgos Emergentes también examinó más de cerca lo que los gestores de riesgos consideran los principales riesgos actuales. Como cabía esperar, en el momento de la encuesta, que tuvo lugar a finales de 2021, la pandemia encabezaba la lista.

Los cinco principales riesgos actuales del informe incluyen:

1. Pandemias/enfermedades infecciosas (27%)
2. Cambio climático (16%)
3. Volatilidad financiera (10%)
4. Ciber/redes (8%)
5. Colapso del precio de los activos (7%)

No es sorprendente ver el cambio climático y las catástrofes naturales en los primeros puestos de ambas listas, ya que muchas organizaciones han tenido que gestionar este tipo de perturbaciones al tiempo que equilibraban la respuesta a las pandemias.

El coste del cambio climático

AON compartió recientemente datos similares en su informe 2021 Weather, Climate and Catastrophe Insight, en el que citaba unas pérdidas económicas por catástrofes naturales de más de 340.000 millones de dólares el año pasado.

En EE.UU., en 2021, el informe destaca que hubo 23 sucesos individuales que provocaron pérdidas económicas superiores a 1.000 millones de dólares. Entre algunos de los sucesos más notables estaban el huracán Ida, los incendios forestales del oeste y las tormentas convectivas severas.

A escala mundial, fenómenos meteorológicos como inundaciones, incendios forestales, ciclones y terremotos causaron trastornos el año pasado.

Pero incluso con estos riesgos emergentes y actuales que amenazan la resistencia operativa, muchas organizaciones no incluyen la posibilidad de que se produzcan condiciones meteorológicas adversas en su planificación de respuesta ante catástrofes. Aunque las razones son muy variadas, a menudo se debe a que la organización nunca ha experimentado un tipo de catástrofe concreto, por lo que no creen que merezca la pena planificarla. Sin embargo, sabemos por nuestros clientes que las organizaciones con más éxito no hacen la vista gorda ante los posibles acontecimientos. En su lugar, desarrollan planes proactivos, receptivos y flexibles que pueden ayudarles a responder, mitigar y adaptarse a cualquier tipo de perturbación, incluso a las catástrofes naturales inesperadas.

Prepararse con escenarios plausibles

Si tu organización tiene la mentalidad de «nunca ha ocurrido, ¿por qué preocuparse?», puede que te resulte útil implicar a tus equipos de gestión de la resiliencia en ejercicios de escenarios plausibles.

Al centrar la atención en escenarios plausibles durante tu planificación de la resiliencia operativa, tu organización puede estar mejor preparada para hacer frente a una serie de interrupciones potenciales, como las causadas por la pandemia o el cambio climático, y estar preparada para activar esos planes en cualquier momento.

El Constructor de Escenarios Plausibles de Riskonnect es un gran recurso para ayudarte en este proceso. En esta guía informativa y fácil de usar, puedes conocer un marco de cinco pasos que te ayudará a comprender mejor los escenarios que pueden crear riesgos para tus procesos empresariales importantes.

Aquí tienes un resumen rápido de esos cinco pasos:

  1. Investiga
  2. Identificar preocupaciones y vulnerabilidades
  3. Crear escenarios
  4. Escenarios del mapa
  5. Consolidar y respaldar

El Constructor de Escenarios Plausibles también te dará las herramientas que necesitas para comunicar las metas y objetivos de tu programa -y por qué es necesario y qué podría ocurrir sin él- a tu dirección ejecutiva y a las principales partes interesadas en un lenguaje que entiendan. Uno que tenga en cuenta tus necesidades de resiliencia operativa, así como las metas y objetivos de tu organización. Es una forma sencilla de mejorar tu capacidad de preparación ante los riesgos emergentes y actuales de perturbaciones.