Todo lo que hace tu organización implica cierto nivel de riesgo. Como tal, ¿no debería la estrategia de una organización estar dirigida, en parte, por los gestores de riesgos cada día, en lugar de ponerte al margen y sólo recurrir a ti cuando algo va mal?
El departamento de gestión de riesgos de muchas organizaciones sigue encasillado en un mundo unidimensional de compra de seguros, gestión de siniestros y control del riesgo de peligro. Pero ahora que la gestión del riesgo empresarial es una prioridad para la dirección y los consejos de administración de las organizaciones, nunca ha habido un momento mejor para gestionar proactivamente el riesgo de forma que genere valor.
Los cinco pasos siguientes te ayudarán a tomar las riendas de tu programa de gestión de riesgos, y aunque cada paso pueda parecer una gran hazaña en sí mismo, son totalmente posibles, sobre todo con los avances tecnológicos que facilitan este tipo de iniciativas. Los pasos incluyen:
- Rompe los silos dentro de tu organización: La transparencia entre los distintos departamentos -quizás más que ninguna otra cosa- puede hacer que un programa de gestión de riesgos sea más estratégico y tenga más éxito. Los datos compartidos y los acuerdos de trabajo cooperativo, facilitados por la tecnología de gestión de riesgos adecuada, pueden impulsar esta iniciativa.
- Siéntate en la mesa de toma de decisiones: Convertirte en una parte crítica e integral del proceso de toma de decisiones estratégicas de tu organización puede llevar algo de trabajo, dependiendo de la cultura de tu organización. Pero si tienes los datos y las herramientas para mostrar el valor de tus programas, la toma de decisiones o el papel que desempeñas dentro de la organización, es probable que puedas exponer tus argumentos con gran facilidad.
- Apoya la buena toma de decisiones, rápido: Te guste o no, el ritmo de los negocios en el entorno actual a menudo no deja mucho tiempo para la deliberación y la reflexión, por aterrador que pueda parecer. Por eso es tan importante tener datos precisos en formatos fáciles de digerir al alcance de la mano, y listos para compartirlos con las partes interesadas en cualquier momento. Así, al menos, la toma de decisiones rápida puede seguir siendo una toma de decisiones sensata.
- Reduce el coste total del riesgo: Ayuda a tu programa de seguros a alcanzar su nivel óptimo de rendimiento. La tecnología de gestión de riesgos te permite medir con rapidez y precisión los costes globales de un programa, y profundizar en otras actividades relacionadas con los riesgos. Como resultado, es más fácil generar planes de acción para reducir incluso los riesgos no asegurables. Además, puedes demostrar el valor de esos planes de acción -impulsados por ti- y mostrar también tu valor.
- Dedica tiempo a actividades más estratégicas: A menudo, puedes estar tan enfrascado en las actividades administrativas cotidianas de gestión de riesgos que te resulta difícil salir a tomar el aire, por no hablar de ser estratégico. La tecnología de gestión de riesgos ayuda a automatizar los procesos de gestión de riesgos en toda la empresa, agilizando las actividades tácticas para que puedas llegar al meollo de lo que impulsa el riesgo en tu organización y tener un impacto realmente importante.
Sin duda, probablemente te hayas planteado cada uno de estos pasos en un momento u otro, pensando «si mi organización no estuviera tan aislada» o «si tuviera tiempo para ser estratégico». Y sin las herramientas adecuadas, es fácil ver cómo uno podría sentirse abrumado por uno solo de estos pasos.
Sin embargo, la tecnología actual de gestión de riesgos puede marcar la diferencia en las iniciativas de gestión de riesgos de tu organización. Con la tecnología adecuada y las mejores prácticas, tú o tus analistas de riesgos podréis -por fin- analizar eficazmente los datos de la gestión de riesgos.
Como resultado, podrás mejorar la cultura del riesgo; aumentar la concienciación sobre el riesgo; reducir los costes totales y la volatilidad de los beneficios; maximizar la oportunidad de rentabilidad ajustada al riesgo de tu organización; y ofrecer estrategias de mitigación más inteligentes. En lugar de perder un tiempo valioso recopilando datos, tendrás las herramientas que necesitas para ahorrar tiempo y dinero, tomar mejores decisiones y posicionar a tu organización para ser más competitiva.