Tal vez hayas actualizado tu software de reclamaciones y racionalizado los procesos clave para ser más productivo, reducir costes y mejorar el servicio. ¡Estupendo! Lo has tachado de la lista, ¿verdad?
Bueno… no tan rápido.
El éxito de la gestión de siniestros es un viaje de mejora continua, más que un destino final. Incluso pequeños ajustes aquí y allá pueden suponer una gran diferencia en tu cuenta de resultados. Se trata de establecer conexiones entre tus sistemas, tus proveedores, tu personal y tus estrategias.
Aquí tienes 7 formas de reforzar esas conexiones para mejorar los resultados de las reclamaciones:
1. Utiliza bien los datos de tus siniestros. Los siniestros generan muchos datos, y la tecnología adecuada puede decirte qué significan. La inteligencia artificial combinada con el big data puede ayudarte a identificar:
- Siniestros complejos que se beneficiarían más de una participación temprana y de un perito experimentado
- Reclamaciones con alto potencial de fraude para que puedan ser remitidas rápidamente a un investigador
- Demandas con alto potencial de litigio para que el abogado defensor pueda empezar inmediatamente a construir un caso
- Reclamaciones que necesitan recursos médicos adicionales para determinar si el tratamiento actual sigue las mejores prácticas
2. Establece un sistema exhaustivo de gestión de tareas. En un siniestro hay muchas partes en movimiento, así que registra diligentemente todo lo que puedas dentro del expediente del siniestro, incluidas las notas del perito, el diagnóstico médico, las reservas y la autoridad de liquidación. Así, todos los implicados sabrán exactamente qué se hizo y quién lo hizo. Y si una acción no queda registrada, no la consideres hecha.
3. Sigue la regla de las 24 horas. Las reclamaciones que se alargan cuestan más, y eso es especialmente cierto en las reclamaciones de indemnización por accidente laboral. Cualquier retraso en el tiempo de respuesta transmite al trabajador lesionado el mensaje de que no te importa. Para aumentar tus probabilidades de obtener un buen resultado, intenta establecer el contacto inicial en un plazo de 24 horas.
4. Disponer de un sólido programa de reincorporación al trabajo. Cuanto más tiempo permanece de baja un empleado, más caro le sale. Establece políticas y directrices claras de reincorporación al trabajo, y aplícalas de forma coherente en toda tu organización.
5. Saber cuándo recurrir a ayuda externa. La analítica puede ayudarte a determinar cuándo contratar ayuda externa para gestionar los niveles de trabajo, añadir experiencia o conseguir a alguien geográficamente más cercano a la situación.
6. Haz que los proveedores sean parte integrante de tu equipo. Los proveedores -incluidos abogados, profesionales médicos, talleres de reparación de automóviles, contratistas, gestores de casos médicos y TPA- son una extensión de tu equipo de gestión de riesgos, te guste o no. Fortalecer unas relaciones de vital importancia puede equilibrar las cargas de trabajo, controlar los costes e impulsar la eficiencia. Conoce personalmente a tus proveedores, establece expectativas claras de rendimiento y haz que rindan cuentas.
7. Utiliza ampliamente los cuadros de mando. Un cuadro de mandos bien ejecutado te muestra de un vistazo todo lo que necesitas para evaluar la salud de tu operación de reclamaciones. Mantén tu cuadro de mandos centrado en las seis u ocho métricas que necesitas para hacer tu trabajo con eficacia. Y si te llama la alta dirección, estarás preparado.