Determinar el apetito de riesgo de tu empresa es fundamental para el éxito de la organización. El apetito de riesgo es lo que proporciona a la alta dirección las barandillas necesarias para gestionar la exposición al riesgo de arriba abajo.
El reto, sin embargo, es que la definición de «apetito de riesgo» es muy debatida entre los dirigentes de las empresas. Las definiciones vagas y a menudo contradictorias dificultan enormemente llegar a un consenso para empezar siquiera a evaluar el apetito de riesgo de una organización, por no hablar de comunicarlo. Para ayudar a sofocar esta confusión, he aquí una definición clara y una explicación de cómo conectarla con el programa de gestión del riesgo empresarial y la estrategia general de tu organización.
¿Qué es el apetito de riesgo?
El apetito de riesgo es la cantidad de riesgo que una organización está dispuesta a aceptar en pos de sus objetivos estratégicos. En términos más sencillos, es la cantidad de riesgo con la que estás dispuesto a vivir y cuánto riesgo tendrás que gestionar mientras persigues los objetivos de tu empresa. Una organización con un mayor apetito de riesgo está dispuesta a asumir una mayor incertidumbre a cambio del potencial de un mayor crecimiento. En cambio, una organización con menor apetito de riesgo está dispuesta a sacrificar algo de crecimiento a cambio de más estabilidad. Los requisitos normativos y legales también pueden convertirse en un factor. Las organizaciones de servicios financieros, por ejemplo, deben mantenerse dentro de los límites de riesgo establecidos por los reguladores. Las organizaciones sanitarias deben tener en cuenta la normativa, así como las prioridades de seguridad del paciente, a la hora de determinar su apetito de riesgo.
El apetito de riesgo responde a la pregunta: «¿Qué riesgos estamos dispuestos a asumir y cuáles son los beneficios de asumirlos?
Como analogía, imagina a dos personas en una canoa remando río abajo. Un remero puede remar más deprisa mientras que el otro rema más despacio. Uno puede querer evitar un rápido mientras que el otro puede querer avanzar a toda velocidad. Sin una planificación y comunicación adecuadas, los remeros pueden encontrarse moviéndose en círculos o, peor aún, dirigiéndose directamente hacia un desastre. El apetito de riesgo permite a las organizaciones funcionar menos como dos remeros aficionados y más como un equipo de remo muy centrado. En este escenario, todos están perfectamente coordinados y comprenden su objetivo y lo que están dispuestos a hacer para conseguirlo.
¿Por qué es importante definir el apetito de riesgo?
Toda organización está formada por personas, y cada individuo tiene su propia forma de evaluar y responder al riesgo. Estas diferentes percepciones también varían según la función. Los altos directivos de un departamento pueden ser muy reacios al riesgo, mientras que los de otros departamentos pueden ser muy tolerantes al riesgo. Con una declaración de apetito por el riesgo bien definida, puedes proporcionar barandillas claras para todas las áreas funcionales, de modo que todo el mundo esté en la misma página. El resultado es:
- Mejor gestión y comprensión de la exposición al riesgo
- Decisiones más informadas y basadas en el riesgo
- Asignación más inteligente de los recursos basada en la compensación riesgo/beneficio
- Mayor transparencia para las partes interesadas, los inversores, los reguladores y las agencias de calificación crediticia.
En pocas palabras, cada responsable de la toma de decisiones sabe qué acciones debe emprender para lograr un objetivo manteniéndose dentro de las tolerancias de riesgo establecidas. Por ejemplo, si el centro de contacto de una marca nota un pico de ausencias de empleados, el responsable sabrá cuándo cambiar los horarios y los equipos para evitar un golpe a las métricas de rendimiento. Otro ejemplo es si falla un sistema tecnológico, el departamento de TI sabrá cuántas horas tiene para arreglarlo antes de que la interrupción empiece a afectar gravemente a los clientes o los ingresos.
Cómo conectar el apetito de riesgo con la estrategia
El desarrollo del apetito de riesgo debe coincidir con la estrategia y los planes empresariales; de lo contrario, las opiniones sobre la estrategia y el apetito de riesgo pueden entrar en conflicto. Para tener éxito, las organizaciones deben adoptar un enfoque del apetito de riesgo basado en la estrategia, definiéndolo en relación con la misión, la visión, los valores y los objetivos estratégicos de la organización. Considéralo:
- La posibilidad de que un objetivo no se alinee con la misión y la visión
- Implicaciones de la estrategia elegida
- Estrategia y resultados en materia de riesgos
Trabaja con la alta dirección y los miembros del consejo de administración para profundizar en los impulsores de tu apetito de riesgo en relación con tus objetivos. Haz preguntas como
- ¿Cuál es la naturaleza del objetivo? ¿El objetivo es evitar o aceptar el riesgo?
- ¿Cuál es nuestra tolerancia a la volatilidad? ¿Cómo reaccionaríamos si los indicadores clave de rendimiento relacionados con el objetivo dieran frecuentes saltos?
- ¿Cuál es la prioridad del objetivo? ¿Qué importancia tiene para lograr nuestra misión y visión?
- ¿Qué estamos dispuestos a compensar con otros objetivos? Si el objetivo entra en conflicto directo con otros objetivos, ¿cómo queremos que se comporten los responsables de la toma de decisiones?
- ¿Aceptamos la posibilidad de fracasar? Si no alcanzamos el objetivo, ¿cómo podemos convertirlo en un éxito (lecciones aprendidas, innovación, otros avances, etc.)?
A partir de ahí, puedes conectar tu apetito de riesgo con riesgos, objetivos y estrategias específicos. Incluye todos los riesgos que pongan en peligro la capacidad de la organización para alcanzar sus objetivos, así como las estrategias para afrontarlos. Una visión cualitativa de la tolerancia proporciona a los equipos una forma mensurable de abordar estos objetivos. Una forma de iniciar el debate es mediante una matriz similar a ésta:
Nombre | Filosofía | Tolerancia a la incertidumbre | Elección | Compromiso | |
---|---|---|---|---|---|
5 | Abre | Asumirá riesgos justificados | Totalmente previsto | Elegirá la opción con mayor rendimiento; acepta la posibilidad de fracasar | Dispuesto |
4 | Flexible | Asumirá riesgos fuertemente justificados | Espera algunos | Elegirá poner en riesgo pero gestionará el impacto | Dispuesto en condiciones adecuadas |
3 | Cauteloso | Preferencia por un parto seguro | Limitado | Aceptarán beneficios limitados y muy superados por los beneficios | Prefiero evitar |
2 | Minimalista | Extremadamente conservador | Baja | Sólo se aceptará si es esencial y se limita a la posibilidad/extensión del fracaso | Con extrema reticencia |
1 | Averso | «Sagrado» — Evitar el riesgo es el objetivo central | Extremadamente bajo | La opción de menor riesgo siempre | Nunca |
Uno de los beneficios más significativos de este enfoque es la transparencia que se deriva de comunicar el apetito de riesgo. Al provocar un debate y una comunicación estratégicos entre las partes interesadas y la dirección, la cultura de la empresa puede empezar a cambiar, y tú puedes empezar a cerrar las brechas entre el comportamiento objetivo y las acciones de tu dirección.
Dónde puede ayudar la tecnología
Incluso después de definir tu declaración inicial de apetito por el riesgo, no has terminado. El apetito de riesgo no es estático; varía con el tiempo. Las organizaciones deben seguir evaluando el apetito de riesgo en función de las circunstancias, recursos, habilidades y tecnologías o sistemas actuales. Para ser eficaz, el apetito de riesgo debe ser algo más que una declaración de política. Debe estar plenamente integrado en el proceso de gestión de la exposición al riesgo, y para ello se necesita la tecnología adecuada. Un software avanzado de gestión de riesgos puede hacer que documentar y supervisar el apetito de riesgo sea más fácil, rápido y rentable. El software integrado de gestión de riesgos reúne toda la información relacionada con el riesgo en un solo lugar, lo que proporciona a los líderes y profesionales del riesgo una fuente de verdad para ver los impactos del riesgo y evaluar las acciones en términos del apetito de riesgo global de la organización. Con la tecnología actual de gestión integrada de riesgos, los gestores de riesgos pueden asignar la propiedad a los riesgos, lo que hace que los responsables de la toma de decisiones rindan cuentas. Cuando se ha superado el apetito de riesgo, el sistema puede anticipar y abordar problemas que impulsen el cambio de comportamiento y la comunicación en toda la organización. Y con una visión de 360 grados, puede visualizar dónde se cruzan los riesgos y su impacto colectivo en la organización. Las organizaciones necesitan asumir riesgos para tener éxito. Pero el riesgo no puede quedar sin control. Establecer el apetito de riesgo es un elemento crítico de la toma de decisiones, la planificación estratégica y el gobierno corporativo. Determinar el apetito requiere un enfoque impulsado por la estrategia que implica profundos debates con la dirección, los miembros del consejo y las partes interesadas. La tecnología adecuada puede ayudarte a encontrar y mantener el equilibrio correcto entre riesgo y recompensa. Podrás satisfacer tu apetito de riesgo sin temor a excederte.
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