La lista de proveedores de siniestros es larga: abogados, profesionales médicos, talleres de reparación de automóviles, contratistas, gestores de casos médicos y el importantísimo TPA. No sólo está gastando un buen dinero por sus servicios, sino que estos proveedores representan a su empresa. Y tanto su reputación como su cuenta de resultados están en peligro.
Con demasiada frecuencia, llamar a los proveedores "compañeros de equipo" es más un servicio de boquilla que una realidad. Pero si consigue que los proveedores sean una verdadera extensión de su equipo de gestión de riesgos, podrá reducir los costes y mejorar el servicio al cliente.
Las medidas cuantitativas - costes de resolución de siniestros, plazos, tasas de cierre, etc. - son ciertamente importantes. Pero son los factores cualitativos los que pueden hacer o deshacer la relación. A continuación se explica cómo se puede crear un equipo colaborativo e interfuncional que funcione bien.
- Conozca personalmente a los proveedores. Tener una conexión humana allana el camino hacia una comunicación abierta y una colaboración constructiva. Conozca a las personas que trabajan en sus reclamaciones y conózcalas personalmente. Un poco de compenetración con quien está al otro lado de la línea también facilita mucho la resolución de cualquier problema que surja.
- Establezca expectativas claras. Exponga instrucciones realistas, claras y concisas, e incluya todos los controles adecuados para el tiempo de respuesta, los aumentos de reserva, la autoridad de liquidación, etc. Y asegúrate de que los empleados de los proveedores están bien formados para ejecutar esas instrucciones.
- Haga que los proveedores rindan cuentas. Los proveedores tienen que participar en el juego. Asegúrese de que alcanzan los indicadores clave y siguen sus instrucciones. Y sepa cuándo intervenir para mantener el rumbo. También es importante supervisar el rendimiento de los proveedores para reducir las fugas de reclamaciones y los gastos en su cuenta de resultados.
- Integrar los sistemas a la perfección. Cuantos más proveedores puedan integrarse plenamente en su sistema, mejor. La alimentación directa de datos elimina la necesidad de introducirlos manualmente, lo que reduce los errores humanos, simplifica la comunicación y libera al personal para que se dedique a tareas más valiosas.
Las relaciones sólidas con los proveedores pueden equilibrar las cargas de trabajo, controlar los costes e impulsar la eficiencia. El desarrollo de estas relaciones, de vital importancia, hasta el punto de trabajar realmente juntos, puede dar resultados impresionantes en todos los sentidos. Todos para uno y uno para todos.