Tres pasos para reforzar las organizaciones sanitarias frente a la creciente amenaza cibernética
Por Jim Wetekamp, director general de Riskonnect
Riesgo estratégico en Europa

Los ciberataques en el sector de la salud aumentaron la asombrosa cifra de 55% en 2020. El coste medio de la recuperación de los historiales de los pacientes aumentó 16% en el último año.

Los hospitales y otras instituciones están destinando más recursos tanto a la defensa como al ataque contra estos ataques cada vez más graves y selectivos.

Los proveedores de servicios sanitarios son el principal objetivo de los ciberataques porque manejan datos personales que resultan atractivos y lucrativos para los malos actores, ya que los ciberdelincuentes ganan hasta $1.000 por expediente médico robado. Además, las organizaciones se volvieron más susceptibles a los esquemas de phishing exitosos como resultado de los recursos limitados y de la capacidad estirada durante la pandemia de COVID-19. Basta con que un empleado cansado baje la guardia y haga clic sin querer en un enlace sospechoso para que las operaciones se paralicen.

Los mecanismos de defensa del sector y su capacidad para identificar y mitigar los ciberataques también están por detrás de otros sectores. Las organizaciones sanitarias tardan una media de 236 días en detectar una filtración de datos y 93 días en contenerla, en comparación con los 207 días y 73 días de sus homólogos de otros sectores.

Hay varias áreas estratégicas en las que centrar las inversiones en gestión de riesgos de ciberseguridad para reforzar su infraestructura contra futuros ataques. A continuación, le presentamos tres medidas que puede tomar ahora para aumentar la protección contra los eventos de riesgo cibernético.

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